¡Usaquén se pinta de verde con la ayuda de sus habitantes!
El parque Verbenal, ubicado en la calle 187 con carrera 19, reverdeció con más de 50 árboles de especies como siete cueros, palma de cera, cayeno y yarumo.
Jóvenes, profesores y líderes comunitarios fueron los encargados de plantar y apadrinar los individuos arbóreos, algunos de los cuales fueron bautizados en honor a la Reina Isabel II.
Desde 2020, el Jardín Botánico ha plantado más de 3.400 árboles en las zonas urbanas de Usaquén, la tercera localidad más verde de la capital. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Agripino Salamanca Medina, un campesino nacido hace seis décadas en el municipio boyacense de Guateque, es uno de los habitantes más antiguos del barrio Verbenal, sector residencial y comercial de la localidad de Usaquén.
“Llegué hace 43 años a este sitio del norte de Bogotá. Lo hice obligado porque unos vándalos me tumbaron la casa con explosivos y todo quedó en ruinas; la ola de violencia en el pueblo era tan crítica que nos sacó corriendo a todos mis hermanos”.
Este boyacense tiene bastantes frescos los recuerdos de su llegada a Verbenal, un barrio con una historia que se remonta al año 1975. “Era un potrero lleno de maleza que poco a poco se fue urbanizando por la llegada de miles de familias campesinas que huyeron de la violencia”.
Luego de arrendar una casa para vivir con sus dos hijos, Agripino montó un pequeño kiosco en la calle 187 con carrera 19. “Desde esa época vendo mecato, gaseosas, tinto y cigarrillos en el kiosco, un negocio que me convirtió en una de las personas más conocidas del barrio”.
Este campesino con bigote poblado fue testigo de la construcción de la iglesia Juan María Vianney, ubicada a la espaldas de su kiosco. “Ambos tienen la misma edad. Algo muy bonito del barrio es que la mayoría de los primeros habitantes fueron boyacenses como yo”.
Aunque tuvo que abandonar Guateque por la violencia, Agripino visita su pueblo seguido para continuar con una de las actividades que aprendió en el campo. “Allá tengo varias colmenas repletas de abejas. Desde que tengo uso de razón soy apicultor”.
Su amor por las abejas lo llevó a construir tres colmenas al lado de su sitio de trabajo y más de 10 en varias zonas rurales de Bogotá. “De esas colmenas saco el polen y la miel de las abejas, productos que envaso en frascos de vidrio y luego vendo en mi kiosco”.
Además de apicultor, Agripino es un gran defensor de la naturaleza. Asegura que ya perdió la cuenta del número de árboles que ha plantado en toda su vida, una actividad que empezó en Guateque.
“También he trabajado como operario en varias plantaciones en zonas como Chingaza, Toca, Subachoque, Santa María, San Luis, Tunja y Duitama. El año pasado planté más de 12.000 árboles”.
Reverdece el parque Verbenal
La mente de Agripino es un libro lleno de historias de este barrio de Usaquén. Sus ojos presenciaron la construcción del colegio Aquileo Parra, ubicado cerca de su kiosco, y de los dos sectores del parque público Verbenal, dividido por el paso de la calle 187.
“Mi kiosco hace parte del sector uno del parque Verbenal, contiguo al canal de Torca, donde se construyeron la Junta de Acción Comunal y varias canchas deportivas para los niños y jóvenes del colegio”.
El sector dos del parque, el cual Agripino observa desde su negocio elaborado con latas, cuenta con dos canchas de baloncesto, una de microfútbol, rodaderos, columpios, pasamanos, máquinas para hacer ejercicio y varios murales pintados por jóvenes líderes sociales.
“Lo llaman el parque de la Resistencia”, dice el boyacense. La razón de su nombre es que hace exactamente dos años, tres jóvenes perdieron la vida por protestar contra las acciones de la Policía.
Debido a su amor por los árboles y la naturaleza, Agripino siempre ha querido ver los dos sectores del parque Verbenal repletos de verde. “Me faltaba cumplir el sueño de plantar árboles en el parque donde trabajo desde hace cuatro décadas”.
El pasado 9 de septiembre, en horas de la mañana, Agripino vio a tres operarios del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) abrir más de 50 huecos en los dos sectores del parque. Cuando observó una camioneta con varios árboles en el platón, supo que iba a cumplir su sueño.
“Le pregunté a uno de los ingenieros del JBB sobre la actividad y él me contó que iban a plantar 59 árboles en el parque. Me puse más contento cuando me invitó a participar en la jornada de plantación”.
Manos amigas
Más de 70 jóvenes de grado noveno del colegio Aquileo Parra llegaron al CAI de Verbenal dispuestos a untarse de tierra y apadrinar uno de los 59 árboles. Los estudiantes fueron invitados por las Juntas de Acción Comunal del barrio.
Jerhson Chauta, ingeniero del JBB encargado de liderar la plantación, tomó la vocería para informar los por menores de la actividad. “Nos vamos a organizar en grupos de siete personas para plantar los árboles; debemos poner atención a las indicaciones de nuestros operarios”.
Antes de dirigirse hacia los huecos, el profesional les dio una pequeña charla ambiental a los jóvenes. “Los árboles prestan varios servicios ambientales. Ellos se encargan de captar carbono para luego producir oxígeno, y sus flores y frutos le sirven de alimento a las aves e insectos”.
Agripino, por ser el guardián del parque Verbenal, fue escogido como la primera persona para plantar. Le correspondió una palma de cera ubicada al frente del kiosco donde vende su mercancía hasta bien entrada la noche.
“Me puse muy contento con la especie que me tocó plantar. La palma de cera es el árbol nacional de Colombia y en zonas como el Eje Cafetero, es el hogar del loro orejiamarillo, un tesoro endémico que está en peligro de extinción”.
El boyacense plasmó su nombre en el tutor de madera que le dará estabilidad a la palma de cera y se comprometió con su cuidado. “Estoy muy comprometido con la reforestación de nuestro país. Todos debemos cuidar los árboles, bosques y nacimientos de agua”.
Los jóvenes del colegio, acompañados por dos de sus profesoras y los expertos y operarios del JBB, se divirtieron y aprendieron a plantar los árboles de especies como siete cueros, palma de cera, yarumo, cayeno, tuno esmeraldo, pichuelo y caballero de la noche.
Los presidentes de las dos Juntas de Acción Comunal del barrio Verbenal también plantaron y apadrinaron varios árboles. Todos los participantes recibieron un diploma por parte del JBB por ayudar a reverdecer Bogotá.
Estos nuevos árboles se suman a los más de 124.000 que engalanan Usaquén, localidad que está considerada como la tercera más verde de la ciudad. Entre 2020 y 2022, el JBB ha plantado más de 3.400 árboles en las zonas urbanas de este territorio del norte de la ciudad.
Homenaje a la Reina
Los 59 nuevos árboles del parque Verbenal fueron apadrinados por las personas que participaron en la plantación. Todos plasmaron sus nombres o palabras de cariño en los tutores que los acompañarán por más o menos un año.
Varios de estos individuos arbóreos fueron bautizados con un nombre histórico y que está en boca de todo el mundo durante estos días: la Reina Isabel II, la monarca del Reino Unido que acaba de fallecer a sus 96 años.
La idea de inmortalizar el nombre de la Reina de Inglaterra en estos árboles de Usaquén fue de Noralba Jiménez Tarazona, docente del área de ciencias naturales y medio ambiente del colegio Aquileo Parra.
“Quisimos hacerle un homenaje a la Reina Isabel II bautizando varios de los árboles con su nombre. Es una conmemoración de la muerte transformada en la vida a través de un hermoso árbol”.
Según la profesora, estos nuevos árboles mejorarán el entorno y ayudarán a mitigar el cambio climático. “Es muy importante involucrar a los estudiantes en estas actividades porque en ellos está el futuro de la vida del planeta; cuidar la naturaleza debe ser una obligación mundial”.
Por ser vecinos del reverdecido parque Verbenal, los estudiantes y docentes serán los encargados de cuidarlos. “Todos vamos a protegerlos porque son nuevos hijos que nos darán más oxígeno. Debemos poner los ojos en la naturaleza y volver nuestros espacios más verdes”.