¡Misión cumplida!: el Parque El Tunal reverdeció con 400 nuevos árboles

El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) culminó uno de los proyectos de arborización más importantes en el sur de la ciudad: vestir de verde al Parque Metropolitano El Tunal.
Este lugar reverdeció con 400 nuevos árboles de especies como nogal, hayuelo, alcaparro, arrayán, chicalá amarillo y rosado y guayacán de Manizales.
El diseño de las plantaciones fue realizado con el acompañamiento de las 34 escuelas deportivas del parque, niños y jóvenes que ayudarán a cuidar los árboles.
Grupos musicales y de teatro y varios voluntarios, participaron en el evento de cierre de este proyecto. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Cuando las manecillas del reloj marcan las seis de la mañana, el Parque Metropolitano El Tunal abre sus puertas para que miles de ciudadanos del sur de la ciudad disfruten de diversas actividades deportivas, culturales y ambientales.
Con el paso de las horas, las canchas de fútbol, microfútbol, voleibol, baloncesto, tenis y squash pierden su aspecto desolado al recibir a los amantes del deporte, mientras los caminos peatonales son transitados por corredores, trotadores y caminadores.
Juan Londoño, uno de sus visitantes más frecuentes, fue testigo de los inicios de este parque de 55 hectáreas ubicado al frente del portal de TransMilenio El Tunal, donde 163 cabinas transportan por el aire a los habitantes de las montañas de Ciudad Bolívar.

“Este sitio primero fue una hacienda. Luego, en la década de los años 70, se construyeron varias canchas de fútbol y juegos mecánicos, nuevas infraestructuras que le dieron forma de parque. En 1986 hicieron un templete para que el papa Juan Pablo II realizara una misa”.
Según este habitante de la localidad de Tunjuelito, durante los años 80 y 90 llegaron nuevas atracciones deportivas al parque, como el estadio de fútbol, y a finales de la década de los noventa fue cerrado para dar marcha a su total renovación.
“Las obras dieron como resultado muchas canchas deportivas, lagos artificiales, pistas de patinaje, ciclovías, un coliseo y una plaza de eventos. Años después fue construído el Centro Felicidad (CEFE) El Tunal, una moderna infraestructura que muchos envidian”.
Además de dar largas caminatas matutinas por los recovecos de este parque de la localidad de Tunjuelito, Juan participa en varias de las actividades del CEFE, donde hay piscinas, polideportivo, gimnasio y salones de aeróbicos, cine, danza, teatro, música y pintura.
“Me gusta nadar en las piscinas, pero como viene tanta gente a veces no logro ingresar. Los talleres de lectura y pintura también están entre mis actividades favoritas, donde me encuentro con varios amigos”.
Nuevos árboles
Juan recuerda que el Parque Metropolitano El Tunal estuvo desprovisto de coberturas arbóreas durante muchos años, un panorama que lo hacía lucir como un terreno árido y con una baja presencia de aves.
“Parecía un desierto. Debido a la falta de árboles, la temperatura en el sector era superior y solo podíamos respirar el humo que arrojaban los carros que transitaban por la concurrida Avenida Boyacá”.
Luego de su remodelación en la década del 2000, el Parque El Tunal empezó a convertirse en uno de los principales pulmones verdes del sur de la ciudad debido a las jornadas de plantación del Jardín Botánico de Bogotá (JBB).
“El cambio fue sorprendente. Los colores pálidos del sitio terminaron con la llegada de miles de nuevos árboles de diferentes formas y tamaños, algunos de ellos con flores y frutos coloridos que atraen a las aves, abejas y mariposas”.
Según el Sistema de Información para la Gestión del Arbolado Urbano (SIGAU), este parque alberga más de 6.200 árboles de especies como jazmín de la China, eugenia, falso pimiento, pino romerón, cajeto, alcaparro, chiripique, caucho sabanero, palma de cera y chicalá amarillo.
“Desde que fue arborizado, mis caminatas por el parque son mejores: hago mis ejercicios en medio de un bosque, respiro un aire más puro y me deleito con el canto de las aves. Pero siempre he pensado que este sitio tiene capacidad para plantar más árboles”.
A mediados de este año, Juan se enteró que el Jardín Botánico tenía proyectado reverdecer aún más el parque. “Esa noticia me llenó de felicidad. Sin embargo, sabía que iban a tener algunos inconvenientes porque varias zonas son ocupadas por las escuelas deportivas”.
Trabajo mancomunado
El JBB y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), entidad encargada de administrar el parque, recorrieron las 55 hectáreas de El Tunal para determinar las zonas que podían recibir nuevos árboles.
En las jornadas de inspección, los profesionales de las entidades evidenciaron que 34 escuelas deportivas hacen presencia en la zona, donde niños y jóvenes entrenan fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo y otros deportes durante los fines de semana.
“Las plantaciones no deben generar ningún tipo de conflicto con la ciudadanía. Por eso, decidimos que el reverdecimiento del Parque El Tunal primero debía ser acordado con las escuelas deportivas”, dijo Yenny Rosas, profesional social del JBB.
El IDRD le hizo entrega de una base de datos con los contactos de todas las escuelas deportivas al JBB. “Nos comunicamos con ellos y definimos conjuntamente las fechas para socializarles el proyecto de plantación”.
Cada una de las escuelas deportivas marcó en los planos las zonas donde entrenan los niños y jóvenes y propuso las áreas potenciales para plantar. “Este ejercicio arrojó una cartografía de futuro que le entregamos a un arquitecto del JBB”, informó la profesional social.
Con este insumo social y participativo, el Jardín Botánico determinó que el Parque El Tunal podía recibir 400 nuevos árboles en zonas donde no se van a presentar conflictos con las escuelas deportivas.
“Los administradores del parque validaron el diseño y la cantidad de árboles. Luego llegamos al acuerdo de que los trazados de las plantaciones se harían de manera participativa, es decir con la presencia de las 34 escuelas deportivas”, apuntó Rosas.
El nuevo reverdecer del Parque Metropolitano El Tunal contaría con especies como nogal, hayuelo, alcaparro, arrayán, chicalá amarillo y rosado, guayacán de Manizales y jazmín de China.
“Las escuelas se comprometieron a apadrinar y cuidar estos nuevos árboles. Este proyecto es muy importante porque vamos a evitar que se presenten conflictos entre los niños y jóvenes deportistas con los árboles y además vamos a mejorar la calidad del aire de Tunjuelito”.
Reverdece El Tunal
El 12 de octubre, Día Mundial del Árbol, más de 100 niños y jóvenes deportistas, adultos mayores y funcionarios de varias entidades se reunieron en el Parque El Tunal para participar en la primera jornada de plantación de los 400 nuevos árboles.
Los ciudadanos primero conocieron la nueva versión de la aplicación Arbolapp Bogotá, una herramienta tecnológica que permite identificar la especie y ubicación, apadrinar o plantar nuevos individuos arbóreos y reportar el estado de un árbol.
Terminada la clase tecnológica y ambiental, los participantes, divididos en cinco grupos, se dirigieron hacia una zona contigua al Centro Felicidad (CEFE) El Tunal, la cual contaba con varios huecos de un metro cúbico de profundidad.
En esta actividad se plantaron 40 árboles, los cuales fueron apadrinados por los ciudadanos. En los tutores de madera, los cuales les darán estabilidad en los primeros años de vida, escribieron sus nombres o frases ambientales.
Esta zona del parque fue reverdecida con los niños y jóvenes deportistas; comunidad del sector; funcionarios del IDRD, Defensa Civil Colombiana, Ejército Nacional, Alcaldía Local de Tunjuelito, Ingeominas y Secretaría de Hábitat; y varias de las ‘Mujeres que reverdecen’ del JBB.
Luego de la primera jornada, Cristian Díaz, ingeniero del grupo de arbolado joven del JBB, lideró varias plantaciones en los cinco polígonos determinados en el parque, un trabajo que contó con la participación de las escuelas deportivas.
“Entre octubre y noviembre logramos plantar cerca de 230 árboles en este Parque Metropolitano, individuos arbóreos que serán cuidados por los niños, jóvenes y profesores de las 34 escuelas deportivas que hacen presencia en el lugar”, complementó Rosas.
Cierre con broche de oro
A mediados de noviembre, del total de 400 nuevos árboles que recibiría el Parque El Tunal, al Jardín Botánico solo le faltaba plantar 124 individuos arbóreos.
Rosas propuso que este material vegetal fuera plantado con algunos de los voluntarios que han ayudado a reverdecer la ciudad, como estudiantes y docentes del SENA, empresas privadas y entidades como La Policía Nacional, Ejército, Fuerza Aérea, DADEP e IDRD.
“El objetivo era cerrar este proyecto con una actividad ambiental, social y cultural. Decidimos que el evento debía realizarse un fin de semana, cuando el parque recibe a más de 50.000 personas de todas las edades”.
El sábado 26 de noviembre fue la fecha escogida para el cierre. A las 10 de la mañana, más de 50 voluntarios y niños y jóvenes de las escuelas deportivas llegaron al Centro Felicidad para terminar de reverdecer el parque.
“Ustedes han sido fundamentales en el reverdecer de la ciudad. Hoy queremos que nos ayuden a culminar el proyecto de El Tunal y les vamos a regalar varias bolsas de tela por ser parte de nuestros voluntarios”, dijo Octavio Naranjo, coordinador del grupo de arborización del JBB.
El evento empezó con una obra de teatro de dos funcionarios del Jardín Botánico, quienes crearon una historia sobre dos de las aves más representativas de la capital: el colibrí y el copetón.
Luego, una papayera de la Policía Nacional puso a bailar a los demás voluntarios con varias de las canciones tradicionales del país, interpretadas con tambores, guacharacas, trompetas, saxofones y platillos.
Los más de 50 participantes se distribuyeron en varios grupos, liderados por ingenieros y operarios del JBB, y ayudaron a plantar y apadrinar los 124 nuevos árboles.
“Hoy cerramos con broche de oro la plantación de 400 árboles en el Parque Metropolitano El Tunal, nuevas coberturas vegetales que conformarán corredores ecológicos y disminuirán la temperatura y niveles de contaminación”, puntualizó Naranjo.
Juan Londoño, el eterno caminante del parque, estuvo presente en la última jornada de plantación. “Me dio mucha felicidad poder ayudar a reverdecer este sitio tan bonito del sur de la ciudad. Todos los ciudadanos deberíamos plantar árboles y ayudar a cuidarlos”.