Historias del verde urbano: ¡Homenaje biodiverso a la comunidad trans!

El Jardín Botánico de Bogotá plantó 12 árboles y arbustos de cinco especies en el parque de los Hippies, uno de los sitios más icónicos de la localidad de Chapinero.
Esta plantación le rindió un homenaje a la comunidad trans, transgéneros, transexuales y travestis que siguen sufriendo por la violencia de género.
Un nogal, el árbol insignia de Bogotá, fue plantado en honor a Sara Millerey, una mujer trans que fue torturada y asesinada en Bello (Antioquia).
Paula Mendoza, una mujer trans de 43 años con el cabello pintado de rojo, se gana la vida a diario vendiendo dulces y bolsas plásticas de basura. Las calles de Chapinero, la localidad emblemática de la comunidad LGTBIQ+ en la capital del país, son su oficina.
Su jornada laboral inicia a las 10 de la mañana y termina hasta que tenga el dinero suficiente para pagar el cuarto pequeño de una residencia donde duerme con su pareja. En algunas ocasiones le coge la noche sin probar más que un pan y un café frío.
“La vida en la calle es muy dura y mucho más para las personas trans, es decir las transgéneros, transexuales y travestis. En un día no alcanzo a contar la cantidad de groserías y amenazas que recibo por parte de las personas que no nos aceptan en la sociedad”.


Esta mujer trans de estatura más bien baja y piel trigueña asegura que, cada vez que sale a trabajar, el miedo se apodera de su cuerpo delgado. La razón: no sabe si va a regresar con vida a la pieza que comparte con el amor de su vida.
“Las miradas y palabras de odio son el pan de cada día. Pienso que en cualquier momento alguien me va a agredir y poner fin a la vida que me tocó vivir. Yo no le hago daño a nadie; sobrevivo en las calles vendiendo mis dulces de Nucita”.
La zozobra de Paula es totalmente entendible. Según el Observatorio de Derechos Humanos de la oenegé Caribe Afirmativo, en lo corrido de este año se han registrado 25 asesinatos contra personas LGBTIQ+ en Colombia, 15 de los cuales fueron transfeminicidios.
Todos los días, antes de iniciar su larga caminata por los recovecos de Chapinero, Paula se detiene en una de las fachadas que rodean el parque de los Hippies, sitio que exhibe la frase “Las vidas trans importan” al lado del rostro de una mujer trans.
“Es el rostro de Sara Millerey González, una mujer trans que fue torturada y asesinada el 7 de abril en el municipio de Bello (Antioquia). Antes de ser arrojada en una quebrada, sitio donde la grabaron, le rompieron los brazos y las piernas”.
Paula prende un cigarrillo y cada bocanada de humo la echa hacia el cielo, una señal simbólica con la que le pide a la vida no ser la próxima víctima de la violencia de género en el país. “Lo que le pasó a Sara es inhumano; ningún ser merece ese final”.
Árboles para la comunidad trans
El pasado 30 de abril, esta bogotana salió del cuarto de la residencia antes de las 10 de la mañana con el rostro totalmente maquillado para buscar el dinero del diario. Vestía una sudadera gris y un chaleco rojo.
Al llegar al parque de los Hippies, Paula se detuvo en el mural que la comunidad le pintó a Sara Millerey para hacer su ritual espiritual. Observó que varias personas con uniformes verdes estaban descargando tierra y material vegetal.
Se trataba de tres operarios, una ingeniera, una técnica y un profesional social del Jardín Botánico de Bogotá (JBB), entidad que iba a realizar una jornada de plantación en el parque más icónico de la comunidad LGTBIQ+ en Bogotá.


“No me acerqué porque soy una mujer muy tímida. Sin embargo, uno de los trabajadores se dirigió hacia mí con una buena actitud y me dijo que iban a plantar 12 árboles y arbustos como un homenaje a mi comunidad”.
Daniel Escobar, el profesional social de la entidad, le informó que esta actividad fue pensada para honrar a la comunidad trans y rendirle un homenaje a Sara Millerey González, más conocida como ‘La Millerey’.
Brenda Pava, ingeniera forestal del grupo de arbolado joven del JBB en la localidad de Chapinero, le comentó que se iban a plantar cinco especies, la mayoría nativas: roble, nogal, guayacán de Manizales, cariseco y árbol del té.
“Me dijeron que sí quería participar. Al comienzo lo dudé porque nunca había plantado una sola mata y además era evidente que ese trabajo es muy duro. Yo soy delgada y no tengo fuerza en los brazos y piernas”.
Sin embargo, cuando los profesionales le recalcaron que todo iba a ser en homenaje a Sara Millerey y a la comunidad trans, Paula aceptó participar. “Nuestra compañera ahora estará presente en estos nuevos árboles”.
Homenaje arbóreo
Paula no estaba sola. Estudiantes del programa QUYCA de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, proyecto ambiental que promueve la conciencia ambiental, y varios jóvenes que estaban en el parque, se sumaron al homenaje verde a la comunidad trans.
Un nogal, el árbol insignia de Bogotá y que alcanza una altura de 30 metros, fue la especie escogida para honrar la memoria de Sara Millerey. El individuo sería plantado al frente del mural que exhibe su rostro y nombre.
“Fue un regalo muy bonito para Sara. Estoy segura que en el cielo se sintió feliz al ver que el árbol de nuestra ciudad ahora lleva su nombre. El nogal del parque de los Hippies ahora la representa”, dijo Paula.


Yensi Vasco, Ricardo Lana y Alejandro Salas, operarios del JBB, se encargaron de abrir los huecos de un metro cúbico donde fueron ubicados los 12 nuevos árboles y arbustos de este lugar icónico de Chapinero.
“Además del homenaje a mi comunidad, fue una experiencia muy enriquecedora porque, por primera vez, tuve la oportunidad de plantar un árbol. De ahora en adelante, todos los días voy a visitar al nogal de Sara y lo ayudaré a cuidar”, aseguró la nueva plantadora.
Según Brenda Pava, la ingeniera forestal del JBB que lideró la actividad, los nuevos tesoros verdes del parque de los Hippies representan un llamado a poner fin a la violencia y los crímenes de género, en especial los que sufren la comunidad trans.
“Rechazamos cualquier tipo de violencia. Estos árboles y arbustos que le rinden un homenaje a la comunidad trans, también necesitan del cuidado, respeto y protección de la ciudadanía para que se desarrollen y crezcan adecuadamente”.