Historias del verde urbano: ¡Exploración pedagógica por la joya verde de La Soledad!

La Red de Cuidadores del Parkway y el Jardín Botánico realizaron un recorrido pedagógico por este bosque urbano.
Más de 20 personas participaron y conocieron algunas de las coberturas vegetales y especies de flora y fauna del lugar.
Esta actividad, que se realizará cada mes, busca generar sentido de pertenencia y cuidado por la biodiversidad de este pulmón de la localidad de Teusaquillo.
El cielo no daba muestras certeras de dejar caer un aguacero torrencial. Las nubes estaban concentradas hacia los cerros orientales y era posible observar algunos parches de color azul intenso. Las manecillas del reloj marcaban la 1:30 de la tarde.
Este panorama climático entusiasmó aún más a Édgar Lara, profesional de la Subdirección Educativa y Cultural del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) que tenía preparadas varias actividades pedagógicas en el Parkway.
“Con la Red de Cuidadores del Parkway, habitantes del barrio La Soledad que llevan muchos años protegiendo las coberturas vegetales, preparamos un recorrido gratuito por este bosque urbano de la localidad de Teusaquillo”.


En la carrera 20 con diagonal 36 bis, uno de los extremos de este sendero verde de 800 metros lineales, el ingeniero del JBB se encontró con Consuelo Sánchez, la líder más visible de este bosque urbano considerado como el primer bulevar de la ciudad.
Mientras esperaban a los futuros exploradores, la temperatura bajó un par de grados y el firmamento se pintó de gris. El viento empezó a soplar más duro y varias de las hojas de los antiguos urapanes cayeron y cubrieron parte de los recovecos.
“Estoy seguro que la lluvia no nos va a aguar el recorrido. Muchas personas confirmaron su asistencia y nos manifestaron su interés por conocer la flora y fauna de este mágico lugar que es cuidado por muchos guardianes”, dijo Lara.
La corazonada de Édgar era cierta. A las dos de la tarde, más de 20 personas, entre niños, jóvenes, adultos mayores y profesionales de las Subdirecciones Técnica Operativa y Científica del JBB, llegaron al punto de encuentro.
Joya verde
La exploración pedagógica por el Parkway, un sendero boscoso ubicado a lo largo de la carrera 24, entre calles 34 y 45, inició con un poco de historia. Los ciudadanos conocieron que este sector empezó a consolidarse en 1950.
“Aunque muchos lo conocen como un sector bohemio y cultural, sus mayores tesoros son los más de 400 árboles y arbustos de diversas especies y jardines biodiversos, coberturas vegetales que le brindan refugio y alimento a la fauna”, mencionó Lara.
Según el profesional, el Parkway fue fortalecido recientemente a través de un trabajo mancomunado entre el Distrito y la comunidad. La razón: quedó como uno de los 21 bosques urbanos contemplados por el actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT).


El JBB lideró un proceso de cocreación con la ciudadanía que arrojó la plantación de 20 nuevos árboles y arbustos, de especies como alcaparro doble, guayacán de Manizales, cariseco, chicalá rosado, guamo santafereño, palma payanesa, pino romerón y nogal.
El Parkway también recibió 13 bromelias de tres especies (Tillandsia biflora, Guzmania coriostachya y Tillandsia complanata) de la Colección Especializada para la Conservación de la entidad, las cuales fueron ubicadas en cinco robles y sangregados.
Además, en este bosque urbano se crearon nuevas jardineras y conglomerados arbustivos. Con el material de las pacas y el chipeado que sale de las talas de los árboles en riesgo, la comunidad recupera el suelo.
Terminada la introducción histórica, justo cuando empezaron a caer las primeras gotas de lluvia, Consuelo tomó la vocería. “Saquen sus sombrillas y empecemos a recorrer el Parkway, un bosque urbano que hace parte de la cuenca del río Arzobispo”.
Inmersión pedagógica
Un arboloco fue el primer árbol que conocieron los más de 20 expedicionarios. Édgar y Consuelo se encargaron de contarles varios datos sobre esta especie nativa del bosque altoandino.
“Lo podemos ver en la mayoría de rondas de los cuerpos de agua. Aunque su ciclo de vida es corto, de aproximadamente seis años, es fundamental para las aves y los demás polinizadores”.
Según Consuelo, este arboloco es fruto de la polinización de las aves. “Nació solito por las semillas que transportan las aves. Una de las especies que más lo visita es el jilguero y sus hojas huelen a coco, como a la galleta Cocosette”.


El recorrido continuó con una especie arbórea que tiene nombre de tía: la eugenia. Lara puso a los ciudadanos a macerar en sus manos algunas hojas para que luego identificaran su olor. La mayoría lo relacionó con el limón.
“La eugenia, al igual que todas las plantas de la familia de las mirtáceas, huele a guayaba. Es una especie exótica que tiene un fruto bastante consumido por las aves e incluso los humanos; se pueden hacer postres y bebidas con él”.
La líder de la Red de Cuidadores del Parkway llevó a los ciudadanos al sitio de un árbol joven que está en estado de coma. Se trata de un roble plantado hace poco y el cual fue vandalizado.
“A este roble le rompieron el tallo desde su base, pero él se resiste a morir. Lamentablemente, los árboles de este bosque urbano se han visto muy afectados por el vandalismo, orín de las mascotas y otros factores antrópicos”.
Bajo una lluvia que se tornaba cada vez más intensa, los visitantes conocieron a las dos especies más representativas y antiguas de esta joya verde del barrio La Soledad: el urapán y el sangregado.
“La arborización del Parkway empezó con los urapanes y por eso son sus árboles más longevos. Aunque es una especie introducida, presta varios servicios ecosistémicos. Por ejemplo, he fotografiado varias rapaces que perchan en sus ramas”, apuntó Consuelo.
El sangregado es una especie nativa que le aporta tonos rojizos a este bosque urbano. Según Édgar, cuando las hojas están maduras, se ponen de este color. “Se caracteriza por tener dos glándulas en sus hojas. Hoy las vamos a conocer”.
El aguacero
En una de las plazoletas del Parkway, los más de 20 nuevos amigos del Parkway conocieron una especie arbórea que se relaciona con las mariposas amarillas que inmortalizó Gabriel García Márquez en Cien años de soledad.
Se trata del chicalá amarillo, una especie nativa de centro y sudamérica. Cuando está en floración, este bosque urbano se pinta con el color de sus flores, una imagen similar a la descrita por el nobel de literatura en su obra insignia.
“Acá tenemos 23 chicalás amarillos que les brindan alimento a muchos colibríes y abejas”, dijo Consuelo. “Al terminar su floración aparecen las semillas, las cuales tienen forma de habichuelas”.

Luego de aprender sobre otras especies como el guayacán de Manizales, el jazmín del cabo o laurel huesito y el caucho sabanero, el recorrido llegó al monumento del almirante José Prudencio Padilla.
En este sitio, la guardiana del Parkway presentó el nuevo rostro de una jardinera biodiversa y comunitaria que montó con sus propias manos hace cinco años: Versalles, ahora llamado el jardín del Almirante.
“Con la asesoría del JBB, hicimos un nuevo diseño con varias especies de porte bajo. Todo el material vegetal y el cerramiento fue comprado y gestionado por la Red de Cuidadores del Parkway”.
Según Consuelo, la transformación de este jardín duró dos meses y medio y se sembraron 450 plantas de 16 especies diferentes, “esta vez con más conocimientos y de acuerdo a sus necesidades de sol y humedad”.
Su discurso se vio interrumpido por un aguacero que estuvo acompañado por varios rayos. Las sombrillas no eran suficientes para cubrir el accionar de la lluvia y por eso el recorrido pedagógico fue suspendido.
“Con esta forma de llover no podemos continuar explorando el bosque. Sin embargo, esta actividad la vamos a realizar una vez al mes, por lo cual los volveremos a invitar”, les explicó el profesional del JBB a los más de 20 ciudadanos.
Aunque la fuerte lluvia no permitió terminar todo el recorrido programado, Consuelo se sintió satisfecha con este primer ejercicio. Aseguró que el interés que manifestaron los participantes por conocer más sobre cada árbol del Parkway, es un gran indicador.
“Seguiremos explorando este bosque urbano con las personas que amamos la naturaleza. Me encanta que llueva duro en el Parkway porque así se libera de la gente mal intencionada que solo quiere lastimarlo”.