Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!

Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!

Las larvas de la polilla Drymoea veliterna causaron serias afectaciones en el follaje de seis sangregados ubicados en la carrera 16 con calle 94.

El equipo de Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades del Jardín Botánico atendió a estos árboles de la localidad de Chapinero.

Remoción de los puparios con agua a presión y una aspersión foliar con un repelente de origen vegetal, fueron los tratamientos fitosanitarios que recibieron.

Los habitantes de los edificios de la carrera 16 con calle 94, un sector residencial del barrio Chicó en la localidad de Chapinero donde el verde manda la parada, decidieron no transitar más por los andenes arbolados de la zona.

Desde hace varias semanas evidenciaron que miles de gusanos descendían a través de delgados hilos de seda desde lo más alto de seis sangregados (Croton bogotanus), un árbol que alcanza los cinco metros de altura y se ramifica lejos de la base.

Ruby Marcela Pérez sabía que se trataba de las larvas de Drymoea veliterna, una polilla que solo se alimenta de esta especie nativa arbórea y cuyo nombre se deriva de una historia mítica que aseguraba que los dragones al morir se convertían en esta planta.

Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!
Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!

Sin embargo, en los cerca de 10 años que lleva viviendo en el barrio, nunca había visto una cantidad tan desbordada de estos insectos. “El que pasa por debajo de los sangregados sale con el cabello y la ropa llenos de esas larvas de color negro con verde”.

La periodista ambiental recordó que esta polilla aparece en los sangregados antes de la época de lluvia y deposita sus huevos en las hojas. “Las larvas se alimentan de las hojas, pero no matan al árbol; por eso no me alarmé tanto”.

Cuando empezó a analizar desde la ventana de su apartamento el follaje de los seis sangregados, la preocupación la invadió. “En una semana, la mayoría de los árboles perdieron todas sus hojas. A simple vista parecían muertos”.

Pérez se comunicó con el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) y reportó el caso. Ese mismo día le informaron que una profesional del grupo de Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIPE) visitaría el sector.

“Eso me tranquilizó bastante. Sabía que los tratamientos fitosanitarios del JBB en los sangregados del Park Way han sido bastante efectivos, ya que disminuyen el impacto negativo de las larvas sobre los árboles”.

Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!
Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!

Tratamientos constantes

Marcela Arlbornoz, bióloga del Jardín Botánico encargada del manejo integrado de plagas y enfermedades al arbolado de las localidades de Chapinero, Usaquén y Barrios Unidos, llegó al sitio acompañada por su cuadrilla de cinco operarios.

La profesional primero realizó una detallada inspección del estado actual de los sangregados. Cinco de los seis árboles tenían altamente afectado el follaje y sus ramas y troncos estaban llenos de puparios.

“Los sangregados necesitan de dos tratamientos fitosanitarios para disminuir el impacto negativo de Drymoea veliterna: remoción de los puparios con agua a presión y una aspersión foliar con un repelente de origen vegetal”.

Mientras los operarios preparaban la “medicina arbórea”, varios habitantes de los edificios abordaron a Albornoz para que les explicara las razones de las afectaciones. Algunos, bastante alarmados, le dijeron que parecía que estuvieran lloviendo gusanos.

“La polilla adulta llega en varias épocas a los sangregados de la ciudad y pone sus huevos en el envés de las hojas. Cuando eclosionan, las larvas pasan por sus cinco estadíos y luego se alimentan del follaje”.

Según la bióloga, las larvas descienden de la parte alta de los árboles a través de hilos de seda y conforman los puparios en el tronco y ramas. “Allí nacen las polillas y luego se van a otros sitios que cuentan con esta especie arbórea”.

“¿A qué se debe la gran cantidad de larvas que aparecieron esta vez?, le preguntó Ruby Marcela Pérez a Albornoz. La profesional le contestó que no hay certeza sobre esta situación, pero puede estar asociada a factores climáticos.

“Antes, Drymoea veliterna solo tenía dos temporadas al año. Sin embargo, en algunos sectores de la ciudad hemos evidenciado hasta cuatro, cada una con un diferente nivel de afectación en los árboles”.

El primer tratamiento que recibieron los seis sangregados fue la remoción de los puparios con agua a presión, una actividad que es realizada cuando las poblaciones de insectos superan una obstrucción superior en las ramas del 70% del área verde del árbol.

Cuando las ramas y troncos quedaron libres de pupas, los cinco operarios del JBB siguieron con la aspersión foliar con un repelente de origen vegetal (en este caso a base de ajo y ají), una liberación mediante microgotas.

“La aspersión foliar es recomendable cada vez que las poblaciones de las plagas superan los umbrales que puedan causar un deterioro al árbol. Es el tratamiento más efectivo para controlar o mitigar las larvas que afectan a los sangregados”, precisó la bióloga.

Volverán a aparecer

Al terminar los dos tratamientos fitosanitarios, Alrbornoz le explicó a la ciudadanía que Drymoea veliterna volverá a aparecer en los seis sangregados ubicados en los andenes de la carrera 16 con calle 94.

“Es una plaga cíclica. Con la remoción y aspersión lo que hacemos es disminuir el impacto que causa el insecto en el árbol, más no erradicarlo. Nuestro objetivo es controlar los agentes fitopatógenos y conservar el equilibrio y la sostenibilidad de los procesos biológicos”.

La bióloga les hizo varias recomendaciones a los habitantes del sector. La primera es comunicarse con el JBB cuando evidencien una alta población de polillas y así dar marcha a tratamientos que mitiguen la cantidad de larvas.

Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!
Historias del verde urbano: ¡Al rescate de los sangregados!

“Podemos aplicar repelentes biológicos para que no lleguen tantas polillas y así la cantidad de huevos y larvas va a ser menor. Es de suma importancia recordar que el JBB es la única entidad autorizada para hacerle tratamientos a los árboles ubicados en el espacio público de la ciudad”.

Albornoz espera que los seis sangregados tratados vuelvan a recuperar su follaje en aproximadamente cuatro meses. “Volveremos a la zona para evaluar su evolución. Si evidencian algo atípico, nos pueden llamar para agendar una visita”.