Explosión de árboles con flores en un parque de La Castellana
El parque de bolsillo Urbanización La Castellana, ubicado en la calle 94 con carrera 47, reverdeció con 19 árboles de cuatro especies: pajarito, carbonero, alcaparro enano y chicalá rosado.
Las flores de estos individuos arbóreos, de tonos amarillo, rojo y rosado, le darán un aspecto más colorido a este sitio de la localidad de Barrios Unidos y atraerán polinizadores como abejas, mariposas y aves.
Esta plantación, realizada en conmemoración del Día Internacional del Aire Limpio, contó con la participación de la comunidad y trabajadores de Positiva, compañía de seguros que donó la tierra. Nueva crónica #BogotáReverdece.
En el pasado, el barrio La Castellana, un polígono de 66 hectáreas ubicado entre la calle 100, el canal Río Negro, la Autopista Norte y la Avenida Suba, fue una de las dispensas agrícolas de la capital del país.
Este lugar de la localidad de Barrios Unidos hizo parte de la hacienda El Vergel, un amplio terreno plano y gobernado por diversos cultivos, vacas y animales de corral que limitaba con el antiguo municipio de Suba.
En 1955, la empresa Inversiones Bogotá fue la responsable de cambiar su aspecto físico, cuando dio marcha a un proceso de urbanización que lo convirtió en un barrio netamente residencial y conformado por casas coloniales.
Con el paso de los años, La Castellana volvió a cambiar con la llegada de varias empresas, edificios de oficinas y restaurantes, nuevos habitantes que lo transformaron en uno de los mayores epicentros comerciales de Bogotá.
Aunque la selva de cemento se impone con fuerza en este barrio con seis décadas de vida, la naturaleza sobrevive en varios sectores, como parques, andenes, separadores y la alameda que rodea al canal Río Negro.
En la calle 94 con carrera 47, a espaldas del Teatro La Castellana, está ubicada una de sus zonas más verdes y transitadas, un rectángulo con una cancha de baloncesto, dos parques para niños, un gimnasio al aire libre y varios senderos y sillas de cemento y madera.
Se trata del parque de bolsillo Urbanización La Castellana, un terreno que cuenta con más de 160 árboles de porte grande y mediano y de especies como cerezo, magnolio, liquidámbar, sauco, polígala, guayacán de Manizales, sangregado, siete cueros, eugenia y pino pátula.
La vida en este sector empieza antes de que el sol salga por los Cerros Orientales, cuando cientos de personas caminan a paso rápido por los senderos enladrillados del parque para llegar a sus sitios de trabajo.
Dos vendedores ambulantes se ubican en las esquinas para vender empanadas, pasteles, tinto y aromáticas a los transeúntes, mientras los amantes del deporte trotan y hacen flexiones en las máquinas del gimnasio y algunos ciudadanos sacan a pasear a sus perros.
Las zonas aledañas al parque albergan restaurantes, empresas, cafeterías, cafés, edificios de apartamentos y la iglesia Santa María Goretti. Por eso, el sector recibe durante todo el día a miles de visitantes.
Más verde
Laura García, ingeniera del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) encargada del arbolado joven en las localidades de Barrios Unidos, Teusaquillo y Fontibón, evidenció que este parque de La Castellana contaba con áreas aptas para recibir más árboles.
Luego de inspeccionar la zona, la profesional determinó que podría plantar 19 nuevos árboles de porte medio y bajo y de cuatro especies: pajarito, carbonero rojo, alcaparro enano y chicalá rosado.
“Escogimos estas especies porque el objetivo de nuestras plantaciones es aumentar los servicios ecosistémicos, la diversidad arbórea y los corredores ecológicos en las zonas urbanas de la ciudad”.
Según García, las flores de estos árboles, de tonos rojos, amarillos y rosados, atraerán a los polinizadores, como aves, abejas y mariposas, y le darán un nuevo aspecto colorido al parque de bolsillo Urbanización La Castellana.
“Además, por tratarse de un sector comercial, vecinal y bastante transitado por vehículos, la plantación de nuevos árboles mitigará la contaminación atmosférica, disminuirá la temperatura y mejorará el paisaje”.
Mientras García ultimaba los últimos detalles para realizar la nueva plantación en el parque, la compañía de seguros Positiva se comunicó con el Jardín Botánico para participar en una de sus jornadas ambientales.
“Como la empresa está ubicada cerca del parque, les comentamos sobre la plantación de los 19 árboles. En las reuniones con las directivas acordamos que Positiva se encargaría de donar la tierra abonada, es decir los 19 metros cúbicos necesarios”.
Plantación colorida
El jueves 17 de noviembre fue la fecha seleccionada por el Jardín Botánico para reverdecer aún más el parque de bolsillo Urbanización La Castellana. Días antes, varios operarios de la entidad abrieron los huecos para los nuevos árboles, todos de un metro cúbico de profundidad.
“En este parque no fue tan difícil abrir los huecos”, dijo Miguel Patiño, uno de los operarios. “Para sorpresa de todos, la zona no contaba con escombros, por lo cual el ahoyado fue sencillo. La tierra que sacamos la pusimos alrededor de los árboles antiguos del parque”.
Más de 30 trabajadores de la compañía de seguros Positiva, todos uniformados con chalecos de color naranja, llegaron al parque a las 10 de la mañana para ayudar a plantar los 19 nuevos árboles.
Varios habitantes y vendedores del sector, curiosos por los huecos, los montículos de tierra y los árboles de porte bajo, se acercaron a García para preguntarle si podían participar. “Es evidente que la comunidad de la zona cuida los árboles; por eso los invitamos a todos”.
La ingeniera reunió a los participantes para dar las indicaciones técnicas de la plantación, una actividad que fue realizada en conmemoración del Día Internacional del Aire Limpio. “En el futuro, estos nuevos árboles nos van a permitir respirar un mejor aire”.
En la charla técnica de García, que estuvo acompañada por profesionales sociales del JBB, los trabajadores y la comunidad aprendieron sobre el ahoyado, el pan de tierra que protege las raíces del árbol y el hidroretenedor que brinda humedad.
Un carbonero rojo florecido fue el primer árbol plantado. “Esta especie tiene una flor pomposa de color rojo y hojas con forma de la pisada de una vaca. Crece hasta cuatro metros y es vital para los polinizadores”.
Carlos Mesa, vicepresidente de negocios de Positiva, fue el encargado de plantar y apadrinar el carbonero. En el tutor de madera que lo acompañará durante dos años, escribió el nombre de la empresa y la fecha de la plantación.
“Positiva es una empresa financiera con vocación ambiental que compensa completamente su huella de carbono a través de un proceso de adquisición de árboles. Tenemos bosques consolidados en Putumayo, Caquetá y el Urabá, y ahora estamos incursionando en Bogotá”.
Según el directivo, la compañía de seguros lleva varios años en un proceso de transformación orientado a acercarse a la comunidad. “Somos vecinos del parque, por lo cual esta plantación nos permite conocer a los habitantes del sector y forjar lazos”.
Mesa aseguró que este primer acercamiento con la comunidad del barrio y el Jardín Botánico, le envía un mensaje contundente al país. “No la estamos jugando por un modelo ambiental y de sostenibilidad cada vez más fuerte”.
En menos de una hora, el parque de bolsillo Urbanización La Castellana incrementó su verde y quedó florecido con el rojo, amarillo y rosado de las flores de los 19 nuevos árboles.
En los tutores de madera, algunos de los participantes escribieron los nombres de familiares que fallecieron recientemente o frases ambientales. Vilma Ávila, una de las trabajadoras del sector, fue una de ellas.
La ciudadana escribió los nombres de varios familiares en el tutor de un pajarito. “Este árbol es hermoso porque sus flores son iguales a la figura de un pajarito. Lo voy a cuidar y regar cuando necesite agua”.
Carlos Andrés Sequera, secretario general de Positiva, fue el encargado de cerrar la jornada con la plantación de un chicalá rosado, el cual bautizó con el nombre de la empresa donde trabaja.
“Vamos a visitar seguido estos árboles y nos encargaremos de su cuidado. Nuestra empresa está muy comprometida con el cuidado de los recursos naturales”.
Por último, García les hizo varias recomendaciones a los ciudadanos. “El reverdecer Bogotá es tarea de todos. Nosotros nos encargamos de plantar los árboles, pero su crecimiento y desarrollo dependen del cuidado de la comunidad”.
Desde 2020, el Jardín Botánico ha plantado más de 1.700 árboles en las zonas urbanas de Barrios Unidos, localidad que supera los 38.000 individuos arbóreos.