Crónica – De punto crítico de basuras a un espacio florecido: la historia de la jardinera de Paloquemao
Más de 27.000 plantas de 17 especies conforman la jardinera de Paloquemao, una zona de 3.077 metros cuadrados ubicada en el separador de la calle 19 entre las carreras 22 y 27.
Este jardín de la localidad de Los Mártires fue construido en 2019. Sin embargo, durante la pandemia del coronavirus sus plantas originales desaparecieron por la maleza y la disposición inadecuada de residuos sólidos.
Desde 2021, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) ha realizado diversas actividades técnicas y sociales para reconstruir la jardinera, un trabajo que arrojó varios frutos.
Gustavo Nieto, un operario de la entidad, es el encargado de cuidar las nuevas plantas y es conocido como el guardián de la jardinera. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Paloquemao, plaza de mercado de la localidad de Los Mártires, es una de las principales ventanas del campo en la capital del país. Lleva 50 años ofreciéndole a la ciudadanía flores, frutas, verduras, cárnicos, abarrotes, lácteos y hierbas con poderes medicinales.
La vida en este lugar, ubicado en la calle 19 con carrera 25, inicia en la penumbra de la madrugada, cuando cientos de vendedores descargan su mercancía y la organizan en los más de 590 locales. El olor a hierbabuena y toronjil de las aguas aromáticas inunda todo el lugar.
A las 4:30 de la mañana, la plaza abre sus puertas y recibe a miles de visitantes. Algunos llegan cargados de canastos y talegos para mercar los productos frescos de la ruralidad y otros a desayunar caldos de costilla, tamales tolimenses o las tradicionales moñona y pelanga.
El ajetreo en Paloquemao se mantiene durante 12 horas, tanto en su interior como exterior. Al frente de la plaza hay decenas de personas que comercializan flores de todos los colores, tamaños y formas, además de varios vendedores ambulantes de tintos, fritos y galguerías.
Durante años, el separador de la calle 19 en este sector, también llamada Avenida Ciudad de Lima, se convirtió en un punto crítico de basuras, en especial de los residuos de la venta de las flores y los empaques en icopor de los desayunos y almuerzos.
El botadero le dio paso a la llegada de habitantes de la calle, quienes construyeron cambuches a lo largo del separador, en ese entonces con más cara de andén. La problemática se recrudeció con la disposición inadecuada de colillas, botellas y plásticos.
Sin embargo, el nefasto panorama que le daba un aspecto lúgubre al ingreso principal de la plaza de Paloquemao comenzó a cambiar hace aproximadamente tres años, cuando el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) hizo unas obras de adecuación en la zona.
Según Jorge Rodríguez, profesional de la línea de jardinería del Jardín Botánico, en el segundo semestre de 2019 el IDU comenzó a recomponer los carriles de la calle 19 entre la Avenida Caracas y la carrera 30.
“El objetivo era constituir una vía de alta especificación porque estaba muy atrasada. Por ejemplo, lo que había en el separador al frente de Paloquemao era un local a cielo abierto donde se vendían plantas y se arrojaba mucha basura”.
Además de arreglar el aspecto de la calle 19, la obra contempló actividades adicionales como mejorar los contornos, las zonas planas y endurecidas y los sitios de tránsito. “Esto incluía obras en el separador ubicado entre las carreras 22 y 30”, anotó Rodríguez.
Nueva jardinera
El ingeniero agrónomo del JBB recuerda que, en el separador de este corredor vial, el IDU construyó un gran contenedor por medio de una estructura llamada New Jersey, un muro autoportante.
“Es una obra bien interesante de ingeniería que se pone en el contorno, se afirma sobre recebo y tiene una forma que hace que el sustrato aplicado en su interior se distribuya y se mantenga estable”.
Mientras se construía el contenedor, el IDU propuso que cuando la obra finalizara iba a quedar cubierta por césped. Sin embargo, la Alcaldía Local de Los Mártires y los comerciantes de la plaza temían que de esa manera el sitio se iba a convertir de nuevo en un botadero.
“Luego de varias reuniones se llegó a la conclusión de construir una jardinera en el separador. No fue fácil llegar a ese acuerdo porque varias personas pensaban que la zona no merecía un jardín debido al uso inadecuado que se le da al espacio público”.
El Jardín Botánico fue la entidad encargada de liderar el reverdecer del sector con la nueva jardinera, una estructura que abarcaría 3.077 metros cuadrados. Rodríguez y más de ocho operarios fueron los designados para transformar la zona.
“Íbamos detrás de la obra en la calle 19. Tuvimos una gran limitante por el alto flujo vehicular y ciudadano en el sector, lo que nos obligó a trabajar bien entrada la noche para adecuar el terreno y descargar los materiales”, aseguró Rodríguez.
Bajo la luz de la luna, los profesionales y operarios del JBB recibieron la tierra y las plantas que le darían un nuevo aspecto al separador. “Nos tocó hacer estructuras para el ascenso de las volquetas; fue una estrategia muy interesante”.
La jardinera de Paloquemao fue terminada en enero de 2020. Según el ingeniero agrónomo, fue un diseño sencillo conformado por miles de hiedras y durantas en franjas alternas a lo largo de todo el separador.
“Le metimos mucho trabajo y energía a esa jardinera. Además de trabajar largas jornadas nocturnas, les aplicamos fertilizantes muy finos a las plantas para que crecieran fuertes y hermosas”.
La nefasta pandemia
La pandemia del coronavirus causó certeros estragos en la nueva jardinera de Paloquemao. Debido a la cuarentena total en todo el país, que inició a finales de marzo de 2020, los profesionales y operarios del JBB no pudieron visitar el sitio para hacer el mantenimiento.
“Las hiedras y durantas, plantas que eran muy pequeñas, quedaron cubiertas por la maleza. Eso dio paso a que la jardinera se convirtiera en un punto crítico de basuras debido a las acciones inadecuadas de los transeúntes y comerciantes”, anotó Rodríguez.
A comienzos de 2021, cuando las restricciones de la pandemia bajaron su intensidad, el ingeniero agrónomo y su escuadrón de operarios regresaron a Paloquemao. El panorama que encontraron le sacó lágrimas a más de uno.
“La jardinera original había desaparecido totalmente y lucía como un botadero. Por eso, el Jardín Botánico decidió hacer una fuerte recuperación de la zona con un nuevo diseño y una gran variedad de plantas de jardín”.
La nueva jardinera contaría con más de 27.000 plantas de 17 especies, las más usadas en la jardinería urbana de la ciudad, como escarcha, clavel chino, bella a las once, cintas, gazania, lirios híbridos, granizo, ajo de rico, hiedra, duranta, siete cuero mexicano y cartucho.
“Escogimos plantas de porte mediano a bajo porque en un espacio como este separador de la calle 19, las de porte alto son difícil de manejar por los usuarios del espacio público, en especial por los habitantes de calle”.
La recuperación de la jardinera de Paloquemao fue mucho más ardua que su inicio. Según Rodríguez, varios habitantes de calle habían construído cambuches en el separador y los transeúntes se atravesaban en medio de las nuevas plantas.
“Esto nos llevó a destinar tres zonas de la jardinera, ubicadas al frente de la plaza de mercado, para que los ciudadanos transitaran y así no afectarán las demás coberturas vegetales. En algunos sectores fueron extraídas todas las plantas debido a que eran bastante vistosas”.
Para disminuir la disposición inadecuada de los residuos sólidos, el JBB dio marcha a un fuerte trabajo con los comerciantes de la plaza y los vendedores ambulantes de flores que se ubican sobre el separador.
El grupo social de la Subdirección Técnica Operativa firmó varios pactos con estos ciudadanos, mecanismos que cuentan con el apoyo de entidades como la Alcaldía de Los Mártires, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y la Secretaría de Integración Social.
Varias de las ‘Mujeres que Reverdecen’ vinculadas voluntariamente al JBB ayudaron con el renacer de la jardinera de Paloquemao, un trabajo que muchas consideraron como apoteósico debido a la cantidad de basura y las agresiones verbales por parte de los habitantes de calle.
En noviembre de 2021, Rodríguez y sus operarios lograron consolidar de nuevo la jardinera. “A los pasos que dejamos para el tránsito de la ciudadanía les adicionamos chipeado (residuos de madera de los árboles talados) para evitar que se generaran encharcamientos fuertes”.
El guardián
La reverdecida jardinera de Paloquemao no podía quedar a la deriva. Rodríguez ya había evidenciado que el sector requería de la presencia constante de una persona para que las plantas sobrevivieran al alto flujo de la zona.
“A comienzos de este año empezamos a buscar una persona seria, madura, con conocimientos de las plantas y que no sintiera temor de acercarse a la gente para hacerle una observación decente sobre el uso adecuado del espacio público”.
En marzo de 2022, Gustavo Nieto Sanabria, un campesino de 73 años nacido en el municipio de Arbeláez (Cundinamarca) y que ha trabajado varios años en el JBB, fue contratado como el guardián de la jardinera de Paloquemao.
“El ingeniero Jorge fue el que me propuso trabajar en este sector del centro de la ciudad. El primer día que vine quedé muy triste por la cantidad de basuras que los comerciantes y vendedores arrojaban en la jardinera”.
Gustavo no se desmotivó. Primero se les presentó a los comerciantes de flores del separador y a los vendedores ambulantes que se ubican en el andén de la plaza de mercado para que conocieran sus tareas.
“Les dije que mi trabajo era mantener hermosas las plantas de la jardinera, pero para eso necesitaba de su colaboración y apoyo. También les afirmé que si mantenían el espacio sin basura, iban a vender más”.
Los primeros en copiarle la idea fueron los vendedores ambulantes, con quienes Gustavo ha forjado lazos de amistad. “Con los comerciantes de las flores he tenido algunos problemas porque no me hacen caso cuando les digo que no arrojen los residuos”.
El guardián de la jardinera de Paloquemao trabaja de lunes a viernes en la zona. Llega a las 6:30 de la mañana, se toma un tinto donde alguno de sus amigos vendedores y luego desayuna dentro de la plaza de mercado.
“Luego me cambio en un local donde me dejan guardar el uniforme y las herramientas. Cuando estoy listo me meto de cabeza a hacer mis actividades en la jardinera, como deshierbar, resembrar, retirar las basuras y estar pendiente de que nadie pise las plantas”.
Una señora que vende dulces en uno de los semáforos del sector, se convirtió en su mano amiga. “Ella me ayuda mucho a decirle a las personas que no boten basura ni extraigan las plantas del jardín; es una nueva amiga que le gusta cuidar la naturaleza”.
Hace tres meses, un habitante de calle puso su cambuche en la mitad de la jardinera, una presencia que Gustavo y las autoridades no han podido controlar. “El señor pisa las plantas y hace sus necesidades sobre ellas. No ha habido poder humano que lo convenza de retirarse”.
Gustavo sabe que su presencia es vital para el futuro de la jardinera y por eso también patrulla la zona los sábados. “Ya llevo seis meses acá y todos me llaman el guardián de plantas; me lleno de felicidad cuando me dicen palabras bonitas por mi trabajo”.
El ingeniero Rodríguez, el jefe de Gustavo, está muy satisfecho con su labor. “Se integró muy bien a la zona y a la comunidad que hace presencia. La gente lo respeta y por eso la jardinera se mantiene en un buen estado”.
El verde prevalece
Hace unos días, el Jardín Botánico y la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos realizaron una jornada de limpieza y mantenimiento en la jardinera de Paloquemao, actividad que contó con la participación de 15 trabajadores de la empresa Concentrix.
Durante más de tres horas recorrieron los 3.000 metros cuadrados de la jardinera y lograron llenar siete bolsas con varios residuos sólidos, la mayoría pétalos de flores, botellas plásticas y de vidrio, zapatos y colillas de cigarrillo.
El habitante de calle que está radicado en el separador desde hace tres meses no quiso salir de su cambuche. Alrededor de su morada se evidenciaron los impactos negativos que genera, como plantas espichadas y residuos de sus necesidades.
“Los jardines de la localidad de Los Mártires se caracterizan por una alta presencia de habitantes de calle, una condición que nos dificulta hacer el mantenimiento. La capacidad técnica del JBB a veces es desbordada por estos fenómenos que no son de nuestra competencia”, expresó Rodríguez.
El ingeniero agrónomo recorrió toda la jardinera para conocer su estado. Al finalizar la jornada, su veredicto fue bastante positivo. “El 90 % del jardín está en buenas condiciones y su aporte a la zona es evidente: luce bastante florecida y con un aspecto muy amable”.
Según Rodríguez, esto demuestra que el trabajo social con los vendedores de flores, la presencia constante de Gustavo Nieto y las actividades técnicas y de mantenimiento del JBB, han sido efectivas.
“Logramos convertir la jardinera de Paloquemao de un punto crítico de basuras a un lugar florecido. La mayoría de las 27.000 plantas que plantamos en 2021 han sobrevivido gracias a ese trabajo articulado y mancomunado”.