Así reverdecieron varios andenes de uno de los barrios más tradicionales de Bogotá

- El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) plantó 33 árboles de porte medio y bajo en algunos andenes del barrio Teusaquillo, una zona residencial donde sobreviven varias huellas del pasado.
- Especies como pajarito, chicalá rosado y amarillo, polígala y grosello les darán un nuevo aspecto colorido a los andenes y atraerán a polinizadores como aves y abejas.
- La comunidad del sector participó en el reverdecer de estos sitios gobernados por el cemento. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Corría la década de 1920 cuando varias de las zonas que hoy conforman la localidad de Teusaquillo comenzaron a ser urbanizadas con casas del estilo inglés, viviendas de dos pisos con fachadas enladrilladas, ventanales y portones grandes y balcones en madera.
Este territorio del centro de la ciudad se convirtió en un ícono del urbanismo y primero fue habitado por personas de la clase alta. En su momento se le catalogó como el sector residencial más elegante de Bogotá y marcó una época importante en la arquitectura cachaca.
Su aspecto tradicional y de antaño comenzó a cambiar con el paso de los años, cuando muchas personas vendieron sus casas a las constructoras para dar paso a edificios de apartamentos, oficinas, restaurantes y diversos establecimientos comerciales.
El barrio Teusaquillo, que abarca áreas aledañas a las transitadas Avenida Caracas y calle 34, se resistió a la transformación total de su arquitectura inglesa. Aunque la modernidad está presente en varios de sus recovecos, las huellas de sus años de gloria se imponen con fuerza.
Transitar por este sector es viajar al pasado. La mayoría de las viviendas conservan las fachadas originales, decoradas por plantas enredaderas y artesanías en bronce. Cuando el viento sopla con fuerza, las hojas amarillas de los urapanes caen y el barrio queda con un aspecto otoñal.
Sin embargo, los andenes de este barrio icónico no lograron ganarle la batalla al cemento. El césped y los árboles de estas infraestructuras palidecieron con la construcción de rampas para que los vehículos ingresen a los parqueaderos de las casas.
Habitantes de la zona como Beatriz León, la guardiana del parque Teusaquillo y que vive en una casa antigua y esquinera, alzaron sus voces para que los andenes se pintaran de verde y así perdieran un poco su aspecto grisáceo y opaco.
Laura García, ingeniera del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) encargada del arbolado joven de la localidad de Teusaquillo, recorrió las calles y carreras del barrio para establecer cuáles andenes podían recibir nuevos árboles.
“En sitios como los andenes plantamos especies de porte bajo y medio. Esto se debe a que los árboles de gran porte pueden afectar el inmobiliario urbano con sus raíces y ramas. Nuestro objetivo es no generar conflictos con la ciudadanía”.
La inspección de la profesional del JBB arrojó que se podían plantar 33 árboles en varios andenes del barrio Teusaquillo, la mayoría alrededor del parque que lleva su mismo nombre, un rectángulo ubicado entre las calles 34 y 35 y carreras 17 y 16.
“Escogimos especies como pajarito, chicalá rosado y amarillo, polígala y grosello, las cuales no afectarán los andenes, calles y viviendas y además atraerán a los polinizadores por sus frutos y flores”.
Luis Klein, otro de los habitantes del barrio que ha dedicado varios años de su vida a reverdecer el sector, quiso ser parte de este proyecto. “Luis nos donó toda la tierra abonada que se necesita para plantar estos árboles, es decir 33 metros cúbicos”, informó García.
Andenes verdes
La primera plantación en los andenes del barrio Teusaquillo fue realizada el jueves 3 de noviembre, una jornada que contó con la participación de varios de los líderes ambientales de la zona, como Beatriz León, Luis Klein y Consuelo Sánchez, la guardiana del Park Way.
Los dos andenes de la cuadra ubicada en la calle 35 con carrera 16 recibieron nueve árboles de tres especies: chicalá rosado, guayacán de Manizales y grosello. Esta actividad también contó con la presencia de funcionarios de la Alcaldía Local de Teusaquillo.
Varios de estos árboles fueron apadrinados por la comunidad. Algunas personas le rindieron un homenaje a los familiares que han fallecido recientemente, inmortalizando sus nombres en los tutores de madera que les darán estabilidad.
El pasado martes 22 de noviembre, en horas de la mañana, García y dos de los operarios de su equipo plantaron los 24 árboles restantes en varios andenes de las calles 33, 35 y 37 y carreras 16 y 17.
El primer árbol fue plantado en un andén ubicado al frente del parque Teusaquillo. Mientras uno de los operarios ataba una cabuya entre el tronco y el tutor de madera, apareció una ciudadana.
“No quiero más árboles en el andén porque van a afectar mi casa y serán utilizados por los perros para hacer sus necesidades. Yo voy a hacer un jardín en esa zona y si no quitan el árbol ya, lo haré yo misma”, dijo la mujer con un tono amenazante.
García y Daniel Escobar, profesional social del JBB, le explicaron a la ciudadana que los árboles plantados en los andenes no afectarán las viviendas porque son de porte medio y bajo. “También le informamos que no puede plantar por sus propios medios en zonas del espacio público, algo que está prohibido”.
Pero la señora no aceptaba razones y trató de retirar el árbol de su nuevo hogar. Ante esto, García fue al CAI del parque Teusaquillo para que los policías la calmaran. “Se le informó que si llega a quitar el árbol, puede ser multada por la autoridad ambiental del Distrito”.
Beatriz León llegó al lugar. “Voy a estar muy pendiente de ese árbol. Si veo que lo afecta o lo retira, me comunicaré con la Secretaría de Ambiente para que tome las medidas pertinentes. Los ciudadanos no podemos ser enemigos de los árboles”.
Luego del inconveniente, García y sus operarios continuaron plantando los demás árboles en los andenes del barrio, de especies como pajarito, polígala, y chicalá rosado y amarillo.
“En las otras plantaciones no tuvimos ningún inconveniente con la ciudadanía. Todo lo contrario, las personas nos agradecieron por reverdecer su zona con árboles que atraerán a los polinizadores”.
Los dos andenes de la calle 33 con carrera 16 se convirtieron en corredores de polígalas y pajaritos, especies que tienen flores de colores rosados y amarillos respectivamente. En esta zona se plantaron 11 árboles de porte medio y bajo.
“Los pajaritos están entre los árboles más queridos por la ciudadanía. Su flor amarilla tiene forma de pájaro, por lo cual ese es su nombre común. Seguiremos reverdeciendo la localidad de Teusaquillo con estas especies coloridas y que prestan varios servicios ecosistémicos”, concluyó García.