Jardín Botánico de Bogotá: líder en terapias de bosque y naturaleza en Colombia

terapia de bosque

Caminar por los bosques y demás ecosistemas tiene el poder de combatir el estrés, cansancio, depresión y hasta las dolencias físicas y mentales

El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) cuenta con un grupo exclusivo de guías especializados que realizan terapias de naturaleza, un servicio único en el país

Cualquier persona puede acceder a esta ‘Vitamina N’ (naturaleza). Lo único que se necesita es agudizar los sentidos y dejarse llevar por la magia del mundo natural

El JBB y el Instituto Nacional de Salud realizan una investigación pionera en Sudamérica que medirá el efecto de las terapias de naturaleza en profesionales de la salud priorizados por riesgo psicosocial.

Corría el año 2018 cuando, gracias a la bióloga Paola Rodríguez, Martha Liliana Perdomo conoció por primera vez las terapias de bosque, una práctica que nació en Japón en los años 80 basada en encontrar salud y bienestar a través de inmersiones conscientes en los bosques y ambientes naturales.

Shirin-yoku o baños de bosque es una práctica en la que los participantes se sumergen en el ambiente forestal usando todos los sentidos para experimentar la naturaleza de manera sensorial, promoviendo estados de relajación y bienestar.

Perdomo, directora del Jardín Botánico de Bogotá por segunda vez, y experta en conservación y educación ambiental, gestión de la salud ambiental y promoción del desarrollo humano y sostenible; encontró en las terapias de bosque el enfoque que sentía hacía falta para para consolidar la misión del Jardín Botánico de ayudar en la transformación el pensamiento ambiental.

Sabía que para mitigar las causas antrópicas del cambio climático y contrarrestar las actuales problemáticas ambientales y de salud de la ciudad, era necesario un paso adicional que promoviera cambios sustanciales en la forma en la que vemos y nos relacionamos con la naturaleza.

“Con Rodríguez creamos un programa institucional basado en las terapias de bosque y su modelo relacional que promueve un encuentro con lo verde más desde la consciencia y el ser, donde le bajamos el volumen a lo racional(intelectual) e incrementamos un poco el sensorial(vivencial), y consecuentemente aumentamos la posibilidad de que todos los seres de la naturaleza sanemos”.

En 2020, con la participación de un grupo interdisciplinario de profesionales del JBB y la asesoría de Rodríguez, la primera colombiana certificada como guía de Terapias de Bosque, nació el Programa Naturaleza, Salud y Cultura.

“Fue un ejercicio inspirado en varios autores de libros que han generado un movimiento global de volver a la naturaleza; análisis de artículos científicos que nos enseñan los efectos psicológicos y fisiológicos, y una recopilación de las experiencias públicas en otros países como Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Corea y Japón”.

Según la directora del JBB, en la última década estos países han puesto en marcha campañas y programas que promueven los beneficios de la asociación entre las áreas naturales y la salud humana.

“En Nueva Zelanda, Estados Unidos y algunos países europeos cuentan con el programas públicos como  Healthy Parks- Healthy People (Parques Sanos – Personas Sanas), que tiene como objetivo alentarnos a utilizar los espacios naturales para la contemplación, recreación y la actividad física y así ayudar a mantener y mejorar nuestra salud y bienestar”.

Uno de los autores consultados fue el periodista ambiental Richard Louv, que ha investigado la relación de los niños y el mundo natural y concibió el concepto “trastorno por déficit de naturaleza” para describir las posibles consecuencias negativas para la salud individual y el tejido social cuando los niños se alejan del contacto físico con la naturaleza.

“En sus libros Louv nos revela el cambio que como sociedad estamos teniendo y nos alerta a que entre más tecnológicas sean las sociedades más naturaleza necesitan; por eso, en su libro publicado en el 2015, creó el término Vitamina N y nos guía para tener una vida más rica en naturaleza”

Por su parte, Quing Li, médico inmunólogo de la Escuela de Medicina Nippon en Tokio y presidente de la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal, ha demostrado el poder sanador de los bosques para disminuir el estrés y aumentar el sistema inmune con sus estudios e investigaciones.

“Él enfatiza en la importancia de agudizar nuestros cinco sentidos cuando estamos en los bosques y promueve la Medicina Forestal como una forma de prevención de enfermedades y la conservación de nuestra salud”.

Según Li, los baños de bosque tienen su mayor efecto a través del sistema olfativo. Sus investigaciones han demostrado que los aromas de los árboles, conocidos como fitoncidas, estimulan las células NK (asesinas naturales) del cuerpo que ayudan a combatir los tumores y las células infectadas por virus.

Perdomo y su equipo evidenciaron que el programa debía tener una visión específica: la salud de los ecosistemas es igual a la salud humana. “Es decir que se trata de una relación en doble vía; a través de estas terapias se puede reconstruir y sanar nuestras relaciones rotas con la madre naturaleza”.

Pioneros en Colombia

Las terapias de naturaleza del Jardín Botánico son inmersiones guiadas en ambientes naturales y forestales que se basan en cuatro momentos: bajar el ritmo, dinamización de los sentidos, reconexión vital y compartir.

“Son una manera de encontrar salud y bienestar en la naturaleza, un tesoro que tiene mucho que ofrecernos sobre todo en estos días. Nos ayudan a regular la presión arterial, reducir las hormonas del estrés, aumentar las de la felicidad y bienestar, y fortalecer el sistema inmunológico”.

La directora del Jardín afirma que, cuando una persona ingresa al bosque de una manera plena, algo mágico pasa. “Nos desaceleramos, sincronizamos con los ritmos de la naturaleza, recordamos nuestro amor y conexión con la naturaleza y reactivamos la capacidad innata para traer y mantener bienestar”.

Diez guías especializados son los encargados de realizar estas inmersiones que duran aproximadamente dos horas, tiempo en el que las personas reciben esa dosis de vitamina verde que el cuerpo y mente añoran. “Es el mismo nutriente que nos permite recordar que somos uno con la naturaleza y que hacemos parte de una red de vida que nos nutre y sostiene”.

Ingresando a la página web del JBB, puede encontrarse el portafolio de servicios las diferentes   tipos de terapias de bosque y naturaleza que el Jardín ofrece.

Vale la pena resaltar que una de las variaciones de terapias la llamada “Más que Aplausos”, fue una iniciativa ganadora del Premio Distrital en Innovación Pública y Gestión de la Cultura Ciudadana en 2021 y que dignificó la labor, entrega y compromiso de los servidores públicos del sector salud a demostrados a lo largo de la pandemia.

“A través de actividades que brindan experiencias vivenciales y sensoriales en la naturaleza se buscaba contrarrestar el desgaste físico y emocional de más de 1000 médicos, personal de enfermería y servidores administrativos de la Red de Salud del Distrito Capital”.

Además de combatir el estrés, cansancio, depresión y hasta las dolencias físicas, las terapias de naturaleza inciden en el cuidado de la biodiversidad.

“Nadie conserva lo que no quiere o valora. Las terapias generan amor por la naturaleza y rompen el paradigma de que somos ajenos a ella. No son recorridos en un ambiente natural; son inmersiones que nos conectan con nosotros mismos y con nuestro entorno, dándonos la perspectiva que somos un solo ecosistema”, afirmó Perdomo.

El Jardín Botánico se ha posicionado como la entidad líder en Colombia en terapias de naturaleza, las cuales vinculan la conservación de los ecosistemas con la conservación de la salud.

“Todos pueden acceder a estas terapias y vivir por ellos mismos el potencial terapéutico del reencuentro con la naturaleza. En nuestra página web, en la pestaña de Jardín Vital (https://jbb.gov.co/experiencias-de-bienestar/), está toda la información”.

Avanzando en conocimiento científico

En países como Colombia, las terapias de naturaleza son una novedad. Muchas personas aún las conciben como recorridos de reconocimiento de las plantas y animales o simples caminatas en medio del verde.

Sin embargo, Perdomo afirma que, si bien las caminatas naturistas, recorridos guiados y actividades de interpretación ambiental son importantes, están basadas en el reconocimiento intelectual, descriptivo o narrativo del ambiente natural y en lo que podemos aprender con la mente e intelecto.

“Pocas veces a través de estas actividades logramos aquietar la mente, abrir el corazón y despertar nuestros sentidos hasta lograr una verdadera reconexión con el mundo natural. Es allí donde la reconexión actúa y el verdadero efecto terapéutico de la terapia de naturaleza se obtiene”.

Actualmente hay estudios que demuestran los efectos positivos de estas terapias en la salud humana. En Estados Unidos hay una red de prescriptores de naturaleza (Parks Rx América) y en Japón ya se habla de la medicina forestal como una práctica complementaria para la conservación de la salud y el mejoramiento de ciertas condiciones físicas y emocionales.

Varias investigaciones demuestran la beneficiosa relación que hay entre los baños de bosque y la promoción de estados de relajación, vigor, así como la ayuda en condiciones como diabetes, hipertensión, estrés, ansiedad, problemas de sueño y salud mental.

“A nivel mundial contamos con varios artículos de estudios experimentales y clínicos. Si bien todos reportan los beneficios de la práctica, en su mayoría confluyen en la necesidad de seguir realizando investigaciones clínicas longitudinales para evaluar estadísticamente la eficacia de las inmersiones en la naturaleza”.

 

Estudio en Bogotá

Con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre los efectos de estas inmersiones, el Instituto Nacional de la Salud (INS) y el Jardín Botánico adelantan una investigación que busca medir el efecto de las terapias de naturaleza en la disminución del estrés.

“Los resultados del estudio piloto que hicimos en octubre del 2022, sugieren que la terapia de inmersión en la naturaleza podría tener efectos benéficos en la reducción del estrés y fatiga, así como una mejora en la calidad del sueño y regulación de los niveles de cortisol”.

Mientras tanto, la investigación principal avanza con 108 profesionales de la salud priorizados según los resultados de una batería de riesgo psicosocial y clasificados en grupos con puntajes bajos, medios y altos.

Se formaron tres grupos de intervención: uno de control que recibió la intervención habitual de riesgo psicosocial, y dos que participaron en terapias de inmersión en la naturaleza (en parques y bosques urbanos).

“Las terapias se están llevando durante un período de seis meses y con sesiones semanales. Los 36 profesionales del grupo control no recibieron las terapias, lo que nos permitirá comparar los resultados con aquellos que sí las recibieron”.

En este proyecto se evalúan una serie de biomarcadores y medidas relacionadas con el bienestar psicosocial antes y después de las terapias. Los expertos medirán los niveles de cortisol, la hormona del estrés; así como la tensión arterial, la depresión, la ansiedad y la calidad del sueño.

Perdomo informó que esta es la primera investigación a nivel mundial que incorpora la medición sobre un factor epigenético basado en las terapias de naturaleza.

“El proyecto incluye la medición, al comienzo y final del estudio, del cambio en la metilación o expresión de dos genes ligados al estrés. Los resultados podrían contribuir a la implementación de intervenciones efectivas para reducir el estrés laboral y mejorar la calidad de vida de estos trabajadores, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la calidad de atención médica brindada”.

 

Articulaciones intersectoriales

La meta del actual Plan de Desarrollo es beneficiar a 20.000 personas a través del Programa Naturaleza, Salud y Cultura. Para esto, el JBB, ofrece las terapias de naturaleza dentro de sus 20 hectáreas y se moviliza a las Manzanas de Cuidado, una estrategia dirigida a las cuidadoras de la ciudad.

Otra alianza sobre terapias de naturaleza fue con la Secretaría Distrital de Salud. “Luego de que varias de las directivas conocieron el programa, hicieron las terapias y vivieron los beneficios, logramos incluirlas en el Plan Distrital de Rescate de Salud Mental y en la Política Distrital de Salud Mental propuesta para los siguientes 10 años”.

La EPS Sanitas ha enviado al JBB a 500 pacientes para que tomen las terapias de naturaleza. “Los médicos fueron los encargados de recetarles estas terapias. Creamos un formato de prescripción de naturaleza y esperamos que otras EPS o profesionales de la salud se sumen al proceso”.

Para aumentar la compresión del tema y promover la prescripción del contacto con la naturaleza, en 2021 el Jardín Botánico realizó el Primer Simposio de Vitamina N, encuentro que contó con la intervención magistral de 12 de los mayores expertos internacionales en la materia y la participación de más de 1.300 participantes de manera remota.

“El 29 de septiembre de este año realizaremos el Segundo Simposio. Queremos cerrar esta administración con un gran encuentro de expertos internacionales, médicos e investigadores y autores que promueven la práctica desde el ámbito científico y ecológico, por lo que los invitamos a registrarse en nuestra página web”.

Adicionalmente, el JBB diseñó el Diplomado Dinamizadores de Terapias de Naturaleza, 120 horas teórico prácticas que benefician a 50 profesionales de la SDA, EAAB, IDRD y JBB directamente relacionados con el manejo y educación ambiental en las áreas protegidas de la ciudad, y están trabajando en la versión virtual con UNISANITAS.

“Con las Terapias de Naturaleza estamos abriendo más puertas y ofreciendo espacios de reconexión vital con nuestra madre tierra. El Jardín Botánico se posiciona como líder en un campo que cobra cada día mayor relevancia no solo para el bienestar del país sino del planeta”, concluyó Perdomo.