¡Reverdece el parque urbano más grande de Bogotá!

El Parque Metropolitano Simón Bolívar, un ícono ambiental, cultural y deportivo de la capital del país, recibió más de 450 nuevos árboles.
Durante el mes de diciembre, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) realizó seis jornadas de plantación en el denominado pulmón de la ciudad.
Varios defensores ambientales de la localidad de Teusaquillo ayudaron a plantar algunos individuos arbóreos. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Lisandro Beltrán, un ingeniero civil de la Universidad Nacional de Colombia, tiene una profunda relación con el parque urbano más grande de Bogotá, 113 hectáreas ubicadas en la localidad de Teusaquillo donde el verde es el protagonista absoluto.
Asegura que fue uno de los primeros ciudadanos que corrió por los 16 kilómetros de caminos que zigzaguean por el Parque Metropolitano Simón Bolívar, un pulmón de la capital que abrió sus puertas durante los primeros años de la década de los 90.
“Yo fui testigo de su construcción. En 1990, cuando me radiqué en el segundo sector del barrio Pablo VI, iniciaron las obras del parque y a finales de 1991 fue inaugurado aún con varias de sus zonas en obra negra”.


Cuando el Simón Bolívar quedó listo, Lisandro empezó a correr por sus recovecos a las seis de la mañana, siempre acompañado por sus dos perras de la raza pastor alemán. “Le regalé al parque una pareja de gansos, Próspero y Fortuna, a los que les daba trigo en las mañanas”.
Según el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), la historia de este ícono ambiental, cultural y deportivo de la ciudad se remonta a 1968, cuando en sus terrenos se celebró una misa campal como parte de la visita del papa Pablo VI.
“Jurídicamente, el parque nació por la Ley 31 de 1979 para conmemorar los 200 años del nacimiento de Simón Bolívar, que serían celebrados cuatro años más tarde. La primera etapa se entregó el 22 de julio de 1983 con la culminación de la plaza ceremonial”.
Lisandro asegura que la construcción del Simón Bolívar estuvo a cargo del Fondo de Inmuebles Nacionales. “Los diseños fueron hechos en 1986 por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA)”.
También recuerda que la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional fue la encargada del reverdecer del parque. “Se plantaron cerca de 10.000 árboles y arbustos, todos de especies nativas”.
Sin embargo, Lisandro afirma que luego fueron plantados otros individuos arbóreos de especies foráneas. “Aún no sé por qué algunas administraciones no continuaron plantando especies nativas. Tal vez fue porque las foráneas crecen mucho más rápido”.
La oferta ambiental, deportiva y cultural del Simón Bolívar es amplia. 10 de sus hectáreas están conformadas por un lago de hasta 12 metros de profundidad, donde se realizan muestras acuáticas y competencias deportivas.
También cuenta con una plaza de eventos, ciclopaseo natural de 3.650 metros, 910.000 metros de zonas verdes, senderos, el Templete Eucarístico, pista de trote, una isla para la biodiversidad, terraza mirador, parque para los perros y varios módulos de comidas.


Más verde
Esta semana, a través de las redes sociales de los grupos ambientales de Teusaquillo, Lisandro vio una pieza gráfica del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) que invitaba a la comunidad a participar en una jornada de plantación en el parque metropolitano.
La actividad se realizaría el jueves 21 de diciembre en una zona cercana a la Avenida 68 con carrera 53. “Invité a mi esposa y nieto y los tres nos fuimos en nuestras bicicletas. Queríamos plantar y hacer un poco de ejercicio”.
Varios de los defensores ambientales de la localidad de Teusaquillo también acudieron a la cita con el medio ambiente. Los profesionales del JBB se encargaron de informar los pormenores de la actividad.
“Hoy vamos a plantar 15 árboles de dos especies: pino romerón y mangle de tierra fría. Con esta plantación cumplimos la meta de reverdecer el Simón Bolívar con más de 450 nuevos árboles, la mayoría de especies nativas”, dijo Laura García, ingeniera del grupo de arbolado joven.
A Lisandro le brillaron más los ojos cuando escuchó que la mayoría de los nuevos árboles del parque son nativos. “Me parece maravilloso que vuelvan a plantar las especies de la sabana de Bogotá, como se hizo en los inicios del parque”.
La familia del ingeniero civil plantó tres pinos romerón, individuos arbóreos que cuidarán y regarán cada vez que visiten el parque.
“Un árbol de 40 metros de altura necesita por lo menos medio metro cúbico de agua al día durante el verano. Por eso, todos estamos en la obligación de cuidarlos, regarlos y abonarlos para ayudarlos a crecer”.
Judith del Carmén Jímenez, habitante de la primera etapa del barrio Pablo VI y defensora ambiental de Teusaquillo, también asistió a la jornada de plantación para apadrinar uno de los nuevos árboles del Simón Bolívar, tarea que hizo hace varias décadas atrás.
“Estoy muy complacida porque volvieron a hacer sembratones en el Simón Bolívar, zona que necesita redensificar su arbolado con especies nativas para mitigar el cambio climático. Todos los visitantes del parque deben cuidar los nuevos árboles y aprender sobre sus propiedades”.
Durante la plantación, Judith les envió un mensaje a los ciudadanos para que cuiden el suelo, un recurso natural que ha sido olvidado. “Es el soporte de todos los seres vivos y no vivos, pero ha sido maltratado y mal cuidado”.
El nuevo reverdecer del Parque Metropolitano Simón Bolívar fue realizado durante seis jornadas de plantación lideradas por Karen Ceballos y Laura García, ingenieras del grupo de arbolado joven del Jardín Botánico.
El pulmón de Bogotá aumentó su verde con especies como pino romerón, mangle de tierra fría, alcaparro enano, cajeto, guayacán de Manizales, gaque, nogal, yarumo, ocobo y palma payanesa.
Con esta nueva plantación, el ícono ambiental y deportivo de este sector de la localidad de Teusaquillo ya supera los 13.300 árboles y arbustos, coberturas vegetales que hacen parte de un corredor ecológico que nace en los cerros orientales.