La “sembratón” de Bogotá en el Día Internacional de la Madre Tierra

El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) realizó cuatro jornadas de plantación para celebrar esta importante fecha que honra a nuestra casa común: el planeta Tierra.
Ciudad Bolívar, Usme, Fontibón y San Cristóbal fueron las localidades que reverdecieron el pasado sábado 22 de abril.
Una de las principales actividades fue la consolidación del bosque urbano del Parque Metropolitano Arborizadora Alta, un nuevo ecosistema en el que participan varias organizaciones ambientales.
La Secretaría de Gobierno y la Red Distrital de Liderazgo Ambiental (REDLA) lideraron una Ecocarrera por este barrio de Ciudad Bolívar, donde recogieron miles de colillas de cigarrillo.
La comunidad fue la gran protagonista de esta “sembratón” en la capital del país. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Una extensa y densa nube se apoderó del cielo de Bogotá durante toda la mañana del pasado sábado 22 de abril. El sol permaneció oculto y todo indicaba que la lluvia sería el común denominador; los ciudadanos caminaban por las calles con sombrillas en sus manos.
El clima paramoso no fue impedimento para que cientos de profesionales y operarios del Jardín Botánico llegaran a cuatro lugares de la capital para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, fecha en la que realizarían una gran “sembratón”.
Arborizadora Alta en Ciudad Bolívar, la hacienda El Carmen en Usme, el barrio El Recodo en Fontibón y zonas alrededor de la quebrada Verejones en San Cristóbal, fueron los sitios seleccionados para seguir reverdeciendo la ciudad con nuevos árboles.
“Decidimos rendirle un homenaje a la Madre Tierra aumentando el patrimonio vegetal de Bogotá con estas plantaciones, jornadas donde la comunidad fue la gran protagonista. Estos nuevos árboles atraerán polinizadores y mejorarán la calidad del aire”, aseguró Martha Liliana Perdomo, directora del JBB.
La Madre Tierra estuvo del lado de los trabajadores del Jardín Botánico. Aunque los rayos del sol estuvieron ocultos por el gran nubarrón y el frío predominó durante todo el día, la lluvia no se manifestó en las cuatro plantaciones.
Con esta gran celebración a todos los ecosistemas que habitan en nuestra casa común, Bogotá se sigue consolidando como una “Ciudad Arbolada del Mundo”, título que la capital ha ostentado por tercer año consecutivo y el cual es otorgado por la Fundación Arbor Day y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“Las plantaciones aseguran el mejoramiento de la calidad del ambiente de la ciudad, así como de los espacios comunes, parques y separadores que son utilizados por la ciudadanía”, informó Perdomo.
Nuevo bosque urbano en Ciudad Bolívar
Con 50 arbustos en el Parque Metropolitano de Arborizadora Alta, de especies como cayeno, alcaparro enano, hayuelo, gurrubo, chilco y lantana, el Jardín Botánico inició la consolidación del bosque urbano para este sector de Ciudad Bolívar.
Más de 80 personas de la zona, entre niños, niñas, jóvenes, adultos mayores y líderes sociales y ambientales, se dieron cita en la calle 79 sur con transversal 32 para ayudar a plantar y ser testigos de la conformación de este nuevo ecosistema.
Eduard Acosta, administrador de este parque del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), fue el encargado de iniciar la jornada. Sin embargo, el profesional dejó a un lado su chaqueta institucional y se disfrazó de payaso para amenizar a la ciudadanía.
Los participantes se organizaron en forma de círculo y se divirtieron durante varios minutos con las actividades lúdicas del funcionario. Luego, el turno fue para la directora del JBB, quien informó sobre la importancia del nuevo bosque urbano.
“El actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT) contempló la consolidación de 21 bosques urbanos, nuevas áreas con cobertura vegetal multiestrato y multiespecie nativa o adaptada que actuarán como conectores ecológicos. Arborizadora Alta tendrá uno de ellos”.
Según Perdomo, el bosque urbano de esta zona de Ciudad Bolívar será especial. “Este es un territorio del ecosistema subxerofítico, por lo cual contará con especies arbustivas y herbáceas de bajo y medio porte. Además, se conectará con el Parque Distrital Ecológico de Montaña Cerro Seco”.
Michael, un muisca que trabaja como consejero territorial de Ciudad Bolívar, tomó la vocería para honrar a nuestra casa común. “El mejor pagamento para nuestra Madre Tierra es amarla y luchar por ella”.
En Arborizadora Alta, ese amor deberá estar enfocado en el ecosistema subxerofítico. “Las organizaciones ambientales llevamos años luchando por los pastizales donde habitan la alondra cornuda, especie endémica en peligro de extinción, y varias orquídeas únicas”.
Algunos ciudadanos de la zona no estaban de acuerdo con la llegada de nuevos árboles al parque, argumentando que incrementarían la inseguridad. Esta oposición no fue bien recibida por el descendiente de los muiscas.
“No podemos ver a los árboles como enemigos, ya que ellos solo se encargan de darnos vida. Los problemas de inseguridad son causados por el hombre, así que ninguna persona debería oponerse a la llegada de nuevos árboles”.
Michael les dijo a los participantes que pusieran sus manos sobre el suelo para conectarse con la Madre Tierra. “El ecosistema subxerofítico solo se conoce poniendo el corazón en la tierra. Hoy todos nos vamos a comprometer con su cuidado”.
Trabajo mancomunado
Antes de plantar los 50 arbustos en los huecos de un metro cuadrado de profundidad que abrieron los operarios del JBB, la directora de la entidad les agradeció a las organizaciones ambientales y sociales del sector por participar en la consolidación de este bosque urbano.
“Su trabajo por conservar y cuidar el ecosistema subxerofítico de Cerro Seco es sumamente valioso. Por eso, el diseño del bosque urbano de Arborizadora Alta ha sido creado mancomunadamente con ustedes”.
Los arbustos que serán plantados en este futuro bosque urbano cumplirán una importante misión. “Van a restaurar las heridas que tiene este ecosistema por actividades como la minería y la urbanización”.
El equipo social de la Subdirección Técnica Operativa del JBB ha realizado un arduo trabajo en la zona con las comunidades para darle vida a este nuevo ecosistema, el cual inició con el mapeo de los actores socioambientales que hay en el territorio.
“Trabajamos con cuatro organizaciones: Mayaelo, Red de Amigos y Amigas por Cerro Seco, Escuela Ambiental de Potosí y Semillero Biosierra, además del IDRD, la Alcaldía de Ciudad Bolívar y la mesa de Cerro Seco”, dijo Yenny Rosas, profesional del JBB.
Según la bióloga, una de las prioridades de estos grupos ambientales es cuidar la alondra cornuda (Eremophila alpestris peregrina), una subespecie endémica de las zonas secas del altiplano cundiboyacense que anida en los pastizales de Cerro Seco.
“Con los grupos socioambientales hicimos un ejercicio de cartografía socioambiental y varios recorridos, trabajo que arrojó la definición mancomunada de las zonas donde se conformará el bosque urbano”.
Octavio Naranjo, coordinador de arbolado del JBB, dio las indicaciones técnicas para plantar los 50 arbustos. Luego, las más de 80 personas se organizaron en grupos de cinco personas y depositaron los individuos arbóreos en sus nuevos hogares.
Los niños, niñas y jóvenes, además de los miembros de las cuatro organizaciones ambientales, plasmaron sus nombres o palabras de cariño en los tutores de madera que les darán estabilidad a los arbustos.
Al final, los profesionales de las Subdirecciones Técnica y Operativa y Educativa del JBB les brindaron a los participantes una aromática con pan para compartir en grupo y celebrar la consolidación del bosque urbano de Arborizadora Alta.
Esta plantación contó con el apoyo y participación de las cuatro organizaciones socioambientales de la zona, IDRD, Alcaldía Local de Ciudad Bolívar, UAESP, La Rolita y las Juntas de Acción Comunal Superlote 10 y Potosí.
La Secretaría de Gobierno y la Red Distrital de Liderazgo Ambiental (REDLA) también estuvieron presentes durante esta actividad y adoptaron varios de los nuevos árboles del bosque urbano de Arborizadora Alta.
Además, lideraron una Ecocarrera por el barrio, donde lograron recolectar miles de colillas de cigarrillo, y realizaron varias actividades lúdicas con los niños, niñas y jóvenes de la zona.
Restauración en un sitio ancestral
En la hacienda El Carmen, ubicada en la vereda La Requilina de la localidad de Usme, el Jardín Botánico y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) lideraron la plantación de 100 árboles de 14 especies nativas de los bosques altoandinos y enclaves secos de la región.
“Esta actividad, realizada en conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra y el Día de la Lucha Campesina, contó con la participación de 25 personas de las comunidades vecinas”, dijo Robinson Duque, coordinador del grupo de recuperación ecológica del JBB.
Esta zona, que hace parte del primer Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Bogotá, reverdeció con especies como tuno esmeraldo, tibar, saltón, hayuelo, mortiño, mano de oso y raque.
En las 30 hectáreas que conforman la hacienda El Carmen se han encontrado restos y evidencias del arte rupestre de los muiscas de hace más de 800 años. Es un lugar donde los indígenas enterraron a sus muertos y construyeron casas.
El JBB y el IDPC cuentan con un convenio marco para crear estrategias de manejo de las coberturas vegetales asociadas a sitios icónicos, históricos y patrimoniales de la ciudad, entre ellos la hacienda El Carmen debido a su declaratoria como área arqueológica protegida.
El convenio específico 444 busca restaurar ecológicamente las zonas de ronda de las cuatro quebradas que atraviesan la hacienda: La Taza, Aguadulce, La Fucha y La Requilina, con la plantación de 17.487 árboles de especies nativas del bosque altoandino.
El objetivo de esta alianza es recuperar el bosque ripario en las zonas de inundación de las cuatro quebradas, a través de su enriquecimiento con especies nativas y el desarrollo de cercas vivas y un jardín biodiverso.
San Cristóbal y Fontibón: más verdes
La tercera plantación del JBB en la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra fue realizada en inmediaciones de la quebrada Verejones, ubicada en una zona montañosa de la localidad de San Cristóbal.
En total fueron plantados 200 árboles de especies como sangregado, granado, sauce, cariseco, arrayán de pasto, aliso y palma fénix. En la actividad participaron cerca de 40 personas de la comunidad y diferentes entidades.
“Contamos con el apoyo de la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional y las Subdirecciones Técnica, Científica, Planeación y Jurídica del JBB. Fue una actividad muy bonita donde reverdecimos un sector de San Cristóbal”, informó Elizabeth Herrera, coordinadora de coberturas vegetales de la entidad.
Claudia Alexandra Pinzón, subdirectora científica del JBB, recalcó la importancia de contar con la ciudadanía en las plantaciones que reverdecen la ciudad. “Y mucho más para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, fecha que la ONU oficializó en 2009 para que todos cuidemos nuestro planeta. Hoy le dejamos a San Cristóbal 200 nuevos árboles que debemos cuidar”.
En El Recodo, un sitio de la localidad de Fontibón catalogado como un ecobarrio, se plantaron 94 árboles de diversas especies con la ayuda de la ciudadanía y funcionarios de las Subdirecciones Educativa y Técnica del JBB.
Esta plantación fue realizada en el parque Búho Pirata, zona ubicada en el predio La Estancia. Los nuevos árboles disminuirán la contaminación atmosférica de Fontibón, una de las localidades más industriales de la ciudad que cuenta con altos índices de material particulado.
En esta actividad ambiental participaron varios de los estudiantes del SENA, la Universidad del Bosque y los niños Patrulleritos Ambientales, quienes adoptaron los árboles y se comprometieron con su cuidado.
“Seguiremos homenajeando a la Madre Tierra con muchos más árboles en nuestras zonas urbanas y rurales. De esta forma estamos seguros que Bogotá seguirá siendo una de las ciudades más arboladas del mundo”, puntualizó la directora del JBB.