Historias del verde urbano: Bogotá y Caldas compartieron sus experiencias en el estudio y análisis de los árboles

Profesionales del Jardín Botánico de Bogotá y la Corporación Autónoma Regional de Caldas realizaron un intercambio de conocimientos sobre el manejo del arbolado adulto.
En los municipios de Norcasia y Victoria, los expertos analizaron el estado de 11 árboles ubicados en sus parques principales, uno de ellos una ceiba de 125 años con 35 metros de altura.
El objetivo de esta actividad fue fortalecer los procesos de investigación en las coberturas vegetales que ambas entidades lideran en sus jurisdicciones.
El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) es una de las entidades más reconocidas en el manejo del arbolado urbano, una experiencia con cerca de tres décadas que lo ha llevado a cruzar las fronteras de la capital del país.
Son cada vez más las entidades u organizaciones del orden nacional e internacional que quieren conocer detalladamente cómo los profesionales del centro de investigación de la ciudad analizan y estudian los tesoros verdes.
La Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), autoridad ambiental en los 27 municipios de este departamento del Eje Cafetero, es una de ellas. A inicios de abril de este año, le solicitó al JBB realizar un intercambio de experiencias arbóreas en campo.

El objetivo era que los expertos de ambas entidades analizaran el estado de 11 árboles adultos ubicados en los parques principales de los municipios de Norcasia y Victoria, y así conocieran cómo realizan los análisis y estudios del arbolado.
Gustavo Ardila y Angie Moncada, ingenieros del grupo de investigación aplicada de la Subdirección Técnica Operativa del JBB, fueron escogidos para participar en este intercambio con el departamento de Caldas.
Ardila, ingeniero agrónomo con una amplia experiencia en el manejo integral de plagas y enfermedades, compartiría su experiencia en los tratamientos fitosanitarios que reciben los árboles adultos de la capital del país.
Moncada, ingeniera forestal, les enseñaría a los profesionales de Corpocaldas cómo funciona el tomógrafo y resistógrafo del JBB, equipos que permiten analizar o detectar las anomalías internas de los árboles, como pudriciones y cavidades.
Ceiba longeva en Victoria
La primera parada de este intercambio fue en el parque principal del municipio de Victoria, un sitio que cuenta con un tesoro verde y antiguo: una ceiba de aproximadamente 125 años, 35 metros de altura y 11 metros de diámetro.
Según Corpocaldas, esta ceiba ha causado preocupación en la comunidad debido a algunos episodios de defoliación, caída de ramas, la posible pudrición en su parte superior y el accionar de plagas y enfermedades.
Moncada primero les explicó cómo funcionan el tomógrafo y resistógrafo y luego procedió a instalar los aparatos. Sin embargo, debido al gran diámetro del tronco, los 24 sensores no fueron suficientes para abarcarlo todo.


“Este ejercicio si lo pudimos hacer en otros cuatro árboles adultos del parque municipal que no contaban con troncos de tal magnitud. Los aparatos nos permitieron evaluar posibles pudriciones y cavidades y les recomendamos realizar varias podas para disminuir la carga”.
Ardila le realizó un diagnóstico fitosanitario y nutricional a la gran ceiba. “Evaluamos la zona de gotera, determinamos los puntos más adecuados para hacer una futura fertilización edáfica e hicimos varias cajuelas”.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Victoria se subió hasta lo más alto de la ceiba para tomar varias muestras foliares, evidencias del árbol que fueron analizadas minuciosamente por el ingeniero del JBB.
“Evidenciamos que las hojas no presentaban ataques de plagas. Sin embargo, vimos las galerías de adultos y larvas en la madera seca, es decir algunas ramas que se cayeron desde lo más alto del árbol; esto es el síntoma de una posible plaga”.
La ceiba, según otro ejercicio de intercambio de experiencias realizado por Ardila en el municipio de San Antonio del Tequendama, normalmente es una especie atacada por coleópteros de la familia curculionidae.
“Todas las muestras de la ceiba de Victoria fueron enviadas a un laboratorio para determinar si tiene deficiencia nutricional de algún elemento, ya sea mayor o menor. Corpocaldas está a la espera de los resultados para ver cuál tratamiento de fertilización sería el más indicado”.
Respecto a la caída constante de las hojas de la ceiba, Ardila le aclaró a Corpocaldas que es algo normal para la especie. “En algunas épocas del año, dependiendo del clima, la ceiba pierde su follaje. Lo que sí recomendamos es realizarle mantenimiento y podas”.
Norcasia
Seis árboles adultos fueron inspeccionados en el parque central del municipio de Norcasia por los profesionales de este grupo multidisciplinario del JBB que utiliza tecnologías innovadoras y análisis científico de datos.
“A los cinco flor rosado y un abarco les realizamos tomografías y resitografías para corroborar si tenían cavidades o pudrición. Tres mostraron algunas anomalías internas que fueron evaluadas por Corpocaldas”, mencionó Moncada.
Por su parte, el ojo clínico del ingeniero Ardila evidenció que la mayoría de estos árboles presentaban una deficiencia nutricional causada por la presencia de un insecto chupador del orden hemíptero.
“Observamos varios puntos de succión en las hojas, además de una mancha foliar causada por hongos. Estos árboles no están en estado crítico, pero sí requieren de algunos tratamientos fitosanitarios para que la afectación no avance”.


Experiencia enriquecedora
Ardila y Moncada aclararon que esta actividad conjunta entre el JBB y Corpocaldas no tuvo un objetivo netamente técnico, ya que el manejo del arbolado de los dos municipios visitados es un tema exclusivo de la corporación.
“Nuestra visita no estuvo relacionada con dar un dictamen técnico, sino en generar un intercambio de conocimientos entre ambas entidades para fortalecer los procesos de investigación que cada una realiza en su territorio”.
Por ejemplo, fue un ejercicio enriquecedor para los profesionales del JBB al analizar especies que no hacen parte de la biodiversidad de la capital del país, como es el caso de la ceiba, abarco y flor rosado.
“Aprendimos mucho sobre estas especies y los posibles tratamientos que funcionarían para mejorar su estado fitosanitario. Esta información es de suma importancia para las investigaciones que realizamos en la ciudad”.
Corpocaldas también robusteció sus conocimientos al aprender sobre los equipos que utiliza el JBB para determinar el estado interno de los árboles y los diferentes tratamientos para mitigar el accionar de los insectos, hongos y bacterias.
“Aclaramos que nuestros equipos, como el resistógrafo y tomógrafo, son solo para actividades relacionadas con la investigación aplicada al arbolado de Bogotá. Por eso, no prestamos ningún servicio de contratación”.
* Agradecimiento a Laura Noreña de Corpocaldas por suministrar algunas de las fotografías.