Restauración Ecológica

Los disturbios son eventos de origen natural o antrópico que cambian la estructura y composición de un ecosistema, alteran la densidad, biomasa y distribución espacial de la biota, al igual que las condiciones de hábitat de las especies. El crecimiento demográfico, el cambio de uso del suelo, la contaminación, entre otros, han alterado dramáticamente los regímenes de disturbio en cuanto a su intensidad, frecuencia, duración y extensión espacial, lo que provoca una degradación sistemática de los ecosistemas y la pérdida de sus mecanismos de regeneración. Si bien, el abordaje de la investigación en restauración de ecosistemas se ha centrado principalmente en procesos que pretenden mejorar las condiciones bióticas y abióticas de micrositios de manera posterior a un disturbio, el enfoque experimental basado en la imitación de dichos disturbios permite responder preguntas de investigación puntuales y generar escenarios prospectivos, en un contexto de cambio climático. Teniendo en cuenta lo anterior, conocer la respuesta de los ecosistemas ante disturbios, principalmente los mecanismos de regeneración de las especies, es fundamental para los procesos de restauración ecológica, puesto que permite conocer su potencial de regeneración natural y las estrategias que deben implementarse.

Las plantas invasoras son aquellas especies no nativas o exóticas que se logran naturalizar en nuevos ambientes, desplazan a la vegetación local por espacio y recursos, y pueden generar impactos ecológicos, económicos y de salud pública. Este comportamiento invasor no es exclusivo de las especies exóticas, pues algunas nativas también pueden llegar a actuar como tal bajo ciertas condiciones ambientales, y se conocen como colonizadoras agresivas. Teniendo en cuenta que este tipo de vegetación puede alterar la dinámica ecosistémica de áreas naturales y seminaturales, y configurarse como una barrera para la restauración ecológica de zonas degradadas, este componente de investigación se encarga de estudiar los principales rasgos ecológicos de dichas especies, particularmente aquellas con amplia distribución en los ecosistemas de Bogotá y la región, además de evaluar su potencial de invasión y generar información científica de base para el desarrollo de estrategias de manejo y gestión, y por supuesto, consolidar alertas tempranas dirigidas a la ciudadanía en general sobre la introducción y propagación de plantas que pueden representar un riesgo para la biodiversidad andina.

Los ecosistemas están integrados por diferentes componentes bióticos y abióticos necesarios para el buen funcionamiento de estos. La rehabilitación de hábitats para fauna es una nueva dirección a los procesos de restauración ecológica, donde por lo general se encontraba enfocada principalmente a la composición y estructura florística, y sus estudios son considerados como una herramienta para la evaluación de los avances de estos procesos, así como del éxito de estos. Adicionalmente, con este componente se puede garantizar la presencia de procesos ecológicos fundamentales para la recuperación y conservación de ecosistemas como la dispersión de semillas, polinización, herbivoría y descomposición de la materia orgánica. Los estudios sobre hábitats para fauna también son útiles para la formulación de nuevos proyectos de restauración ecológica, al permitir establecer estrategias que incluyan la fauna como un aliado facilitador del proceso de recuperación.