Los guardianes patojos del bosque urbano de San Carlos

Los 300 árboles y arbustos que el Jardín Botánico y la Secretaría de Ambiente han plantado en este bosque urbano del sur de la ciudad, ya tienen custodios.
Los estudiantes del comité ambiental del colegio de la ETB Álvaro Camargo de la Torre serán sus guardianes y se encargarán de ayudar a cuidarlos.
El bosque urbano de San Carlos, ubicado en la localidad de Rafael Uribe Uribe, contará con más de 450 individuos arbóreos de distintas especies. Nueva crónica #BogotáReverdece.
El actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá contempló la creación o consolidación de 21 bosques urbanos, coberturas vegetales multiestrato y multiespecie que actuarán como conectores ecológicos y ayudarán a mitigar el cambio climático.
El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) y la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) priorizaron cinco bosques urbanos para este año: San Carlos, Park Way, Arborizadora Alta, Brazo Salitre y Santa Helena, sitios que ya iniciaron su nuevo reverdecer.
El más avanzado a la fecha es el de San Carlos, ubicado en la localidad de Rafael Uribe Uribe. Está dentro del Parque Metropolitano del mismo nombre, 21 hectáreas que huelen a sahumerio medicinal por el olor característico de los eucaliptos.
300 árboles y arbustos de diferentes especies han sido plantados en este sitio conocido por sus habitantes como el pulmón verde del sur de la ciudad. La meta es llegar a más de 450 individuos arbóreos en lo corrido de este año.
El JBB y la SDA han realizado tres jornadas de plantación en el bosque urbano de San Carlos, actividades que contaron con la participación del comité Prodefensa y la mesa del Bosque de San Carlos, la comunidad del sector y entidades como el IDRD.
Los árboles y arbustos del bosque urbano de San Carlos ya cuentan con custodios patojos, los niños, niñas y jóvenes que hacen parte del comité ambiental del colegio de la ETB Álvaro Camargo de la Torre, plantel educativo ubicado al lado del Parque Metropolitano.
“Estos estudiantes se convirtieron en los guardianes del bosque urbano. Además de apadrinar varios de los árboles y arbustos, nos van a ayudar con actividades como el riego y mantenimiento de los individuos arbóreos”, dijo Yenny Rosas, profesional social del JBB.
El bosque urbano de San Carlos está distribuido en ocho polígonos, áreas que fueron definidas con la comunidad y contarán con especies como sangregado, sauco, alcaparro enano, caballero de la noche, mermelada, chicalá, nogal, rama negra, pajarito, roble, cedrillo y aliso.
Los guardianes
En la tercera jornada de plantación, realizada el pasado miércoles 19 de julio, el Jardín Botánico y la Secretaría de Ambiente reverdecieron uno de los polígonos del bosque urbano con 100 árboles y arbustos.
Antes de la actividad, varios estudiantes de diferentes cursos del colegio de la ETB Álvaro Camargo de la Torre aprendieron lo que es un bosque urbano en una charla didáctica brindada por Yenny Rosas.
“El bosque urbano es una estrategia novedosa de manejo silvicultural en Bogotá. Cuenta con una gran variedad de árboles y arbustos de diferentes tamaños y especies y son plantados a distancias menores”, informó la profesional del JBB.
Rosas les explicó a los estudiantes del comité ambiental que estos bosques son diversos, densificados, multiestratos y multiespecies. “Por eso plantamos árboles y arbustos de especies nativas y foráneas que se han adaptado a las condiciones climáticas de la ciudad”.
Para que los guardianes patojos entendieran mejor la dinámica de un bosque urbano, la bióloga del JBB les dijo que escogieran alguna de las especies arbóreas y arbustivas, como nogal, roble, chicalá, alcaparro y pajarito, y los puso a jugar.
Los niños y jóvenes se organizaron en grupos de tres y formaron un triángulo: dos arbustos y un árbol de gran porte. “Los arbustos son de crecimiento más rápido y estarán a la sombra de un árbol de gran tamaño, como el roble o nogal”.
En varias hojas de cuaderno, los aplicados estudiantes anotaron los nuevos conocimientos. “También aprendimos que los árboles y arbustos del bosque de San Carlos se han visto afectados por los ciudadanos: algunos los maltratan y otros dejan que sus mascotas los orinen”.
Esta estrategia de manejo silvicultural tiene a la comunidad como protagonista. Según Rosas, los bosques urbanos promoverán la gobernanza y participación ciudadana y la apropiación ambiental. “Por eso es un trabajo mancomunado con la ciudadanía”.
Luego de la charla didáctica, los niños y jóvenes, acompañados por Nélson Cárdenas, rector del colegio, y Darío Mussos, profesor de ciencias naturales, se dirigieron hacia el polígono del Parque Metropolitano que sería reverdecido con los 100 árboles y arbustos.
Allí los esperaba Sharon Martínez, ingeniera del Jardín Botánico encargada de liderar la conformación de este bosque urbano, y varios de sus operarios. La experta les explicó todos los pasos que se hacen en las plantaciones urbanas.
“No sabíamos que tocaba abrir huecos de un metro cúbico de profundidad porque toda la ciudad está sobre escombros. Antes de plantar es necesario aplicar un hidroretenedor que les dará humedad y al final poner un tutor de madera para atarlos con una cabuya”.
Los guardianes del bosque urbano de San Carlos apadrinaron los árboles y arbustos escribiendo sus nombres en los tutores de madera. “Vamos a cuidar estos tesoros y los regaremos dos veces por semana”, dijo el rector.
Al final de la actividad, Rosas y Bernardo Sacristán, un habitante del sector que lleva décadas luchando por los árboles del bosque de San Carlos, les entregaron a los estudiantes unos botones que los identifican como los nuevos guardianes.
“No vamos a dejar a la deriva a estos árboles y arbustos. En los próximos años nos encargaremos del mantenimiento, pero para que crezcan fuertes y hermosos necesitamos la ayuda de la comunidad. Ustedes serán fundamentales en esta tarea”, concluyó Rosas.