Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal

Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal

La fundación Recuperando Nuestros Cerros lleva ocho años liderando proyectos de restauración ecológica en este parque ubicado en una zona montañosa.

Su objetivo es convertirlo en un bosque urbano a través de un trabajo mancomunado entre el Distrito y la comunidad.

En una jornada que contó con la participación de varios niños y adultos del sector, el Jardín Botánico plantó 22 árboles y arbustos de nueve especies nativas.

Laura Gómez echó raíces en Altos del Virrey, un barrio de la localidad de San Cristóbal ubicado en los cerros orientales y que colinda con una de las áreas protegidas de Bogotá: el Parque Distrital Ecológico de Montaña Serranía El Zuque.

La joven de 28 años nació, creció y consolidó su familia en esta zona montañosa desde donde se aprecia una amplia panorámica del sur de la ciudad. También comprendió desde muy niña que iba a dedicarse a luchar por conservar los recursos naturales del sector.

“En este barrio contamos con muchas zonas verdes que muchas personas llaman potreros, caños o sitios llenos de maleza. Sin embargo, siempre he sabido que son tesoros de la naturaleza que deben ser cuidados y fortalecidos”.

Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal
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Uno de los territorios que se adueñó de su corazón fue el parque Altos del Virrey, un terreno de alta pendiente en la diagonal 44 sur con carrera 16 que está rodeado por árboles longevos de especies foráneas como eucaliptos y pinos cipreses.

“El parque cuenta con el espacio suficiente para albergar muchos más árboles. Por eso, en mi adolescencia me dediqué a estudiar las especies nativas del ecosistema alto andino para luego plantarlas en el territorio”.

Hace ocho años, Laura y su pareja conformaron la fundación Recuperando Nuestros Cerros (RENUCE), un colectivo ambiental y comunitario que tiene como objetivo consolidar proyectos de recuperación y restauración ecológica en el barrio.

Con la participación de cinco personas amantes de la naturaleza, la pareja empezó a recuperar tres zonas de Altos del Virrey, incluído el parque, con la plantación de especies nativas como sangregados, mangles de tierra fría, sietecueros y lupinos.

“En este parque hemos plantado decenas de árboles y arbustos nativos y varias jardineras biodiversas con el apoyo de la Alcaldía Local de San Cristóbal. Queremos convertir este sitio en un bosque urbano”.

Primeros tejidos

En diciembre del año pasado, la fundación RENUCE formuló el proyecto “Montañeros innovadores: restauración ecológica para el cuidado del agua y la vida”, iniciativa que postuló a una convocatoria de la Secretaría Distrital de Hábitat.

Según Laura, el objetivo era encontrar financiación para seguir pintando con especies nativas el parque Altos del Virrey y otras zonas del barrio, además de consolidar los procesos de educación ambiental de la Escuela de Restauración Ecológica que crearon.

“En el proyecto nombramos el parque como bosque urbano Los Lupinos, una de las especies que más hemos plantado en el territorio. A mediados de febrero, la Secretaría de Hábitat nos informó que ganamos la convocatoria”.

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Recuperando Nuestros Cerros recibió una inyección económica para ejecutarla en dos meses. La graduada en turismo con enfoque social informó que priorizó varias actividades en el parque que la enamoró desde niña.

“Con el primer desembolso, compramos el material para hacer una escalera de madera en el parque, pinturas para un mural que va a exaltar la biodiversidad y cerca de 10 materas para montar pequeños jardines biodiversos”.

También adquirieron material vegetal, la mayoría nativo, para enriquecer los futuros jardines que serían ubicados en los alrededores de la cancha deportiva y al lado de las escaleras de cemento del parque.

“Teníamos pensado comprar árboles nativos para seguir plantando en el parque, pero la Secretaría de Hábitat nos recomendó contactarnos con el Jardín Botánico de Bogotá (JBB), entidad que hace las plantaciones en las áreas urbanas de la ciudad”.

Paola Romero, ingeniera del JBB encargada del arbolado joven en las localidades de San Cristóbal y Usme, visitó el parque y evidenció que contaba con zonas aptas para plantar 22 nuevos árboles y arbustos.

Luego, la fundación, el Jardín Botánico y la Secretaría de Hábitat empezaron a trabajar mancomunadamente a través de varios encuentros para cuadrar la logística de la futura plantación.

“Pedimos que los 22 árboles y arbustos fueran de especies nativas y también contar con la asesoría técnica de algún experto para conformar los jardines biodiversos en las materas que compramos”, dijo Laura.

Sting Ávila, ingeniero del equipo de jardinería del JBB en varias de las localidades del sur de la ciudad, se reunió con los miembros del colectivo ambiental y les dio varias recomendaciones técnicas, como el tipo de especies y la ubicación de las materas.

“Con sus recomendaciones, la fundación empezó a consolidar los jardines del futuro bosque urbano. Mientras tanto, cocreamos las especies de los árboles y arbustos que íbamos a plantar en el parque. El resultado fueron nueve en total”.

Laura Castellanos, profesional del equipo social de la Subdirección Técnica Operativa del JBB en San Cristóbal que participó en las mesas de trabajo entre el Distrito y la comunidad, visitó la zona para hablar con los habitantes.

“El objetivo era invitar a las personas del barrio, en especial las que viven en los alrededores del parque, a la jornada de plantación que realizaríamos a mediados de junio. Muchos niños y jóvenes manifestaron su interés en participar”.

Conexión natural

Durante una semana, seis operarios que la ingeniera Paola Romero tiene a su cargo, estuvieron en el parque Altos del Virrey haciendo el ahoyado de los 22 árboles y arbustos, huecos de un metro cúbico de profundidad.

“Fue un trabajo arduo porque el parque fue construido sobre escombros. Además, la alta pendiente dificultó un poco el descargue de la tierra abonada, como los 13 metros cúbicos que la fundación donó”, dijo la ingeniera del JBB.

El sábado 14 de junio, cerca de 20 personas, entre miembros de Recuperando Nuestros Cerros, niños y jóvenes del barrio y funcionarios de la Secretaría de Hábitat y el Jardín Botánico, se dieron cita a las 10 de la mañana en el parque.

Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal
Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal

Mientras los operarios organizaban los individuos arbóreos y arbustivos, de especies como cajeto, sietecueros, gaque, mano de oso, aliso, mangle de tierra fría, guayacán de Manizales, arrayán y fucsia boliviana, los futuros plantadores participaron de varias charlas ambientales.

Natalia Valderrama, profesional de la Subdirección Educativa y Cultural del JBB, y Laura Castellanos, los organizaron en forma de círculo en la cancha deportiva para que cerraran sus ojos y se conectaran con la naturaleza.

“Escuchemos los cantos de las aves, el sonido que hace el viento entre los árboles y la llovizna que hoy nos acompaña. Vamos a darle gracias a la naturaleza por todos los regalos que nos brinda a diario”.

Natalia les habló sobre las especies nativas que iban a plantar. Del mano de oso contó que crece moderadamente, es fuente de alimento para las aves y puede vivir hasta 35 años; y que el aliso fija nitrógeno en el suelo y ayuda a nutrir a otros árboles.

“El mangle es carismático e importante en el equilibrio ecológico e hídrico; el guayacán es resiliente y florece en condiciones adversas; el arrayán se puede recuperar en situaciones difíciles; el gaque protege los ecosistemas; y la fucsia es una belleza de la resistencia”.

La profesional les dijo que escogieran la especie con la que más se identificaran para luego apadrinarla durante la plantación. “Hoy ustedes se van a convertir en los guardianes de estos árboles y arbustos”.

Cuatro hermanos que viven en una casa ubicada en la parte superior del parque, escogieron las especies que más les gustaron: Milán Julián el aliso, Angie Valentina el mano de oso, Deisy Tatiana la fucsia y Daniel Esteban el arrayán.

“Escogí el aliso porque me gusta ayudar a mis amigos. Lo voy a llamar Pepe y lo cuidaré cada vez que venga a jugar en el parque. También quiero plantar un mano de oso y el guayacán; me dijeron que este último crece bastante”, dijo Milán Julián.

Bosque de especies nativas

Laura Castellanos les entregó varias láminas a los participantes y los puso a jugar al tingo y al tango. “La persona que le toque el turno, debe leer la palabra que está escrita y yo les voy a explicar de qué se trata”.

En esta actividad les informó sobre restauración ecológica, biodiversidad, normativa ambiental, la misionalidad del Jardín Botánico, las plantaciones en áreas urbanas, los tratamientos fitosanitarios del arbolado adulto y los árboles patrimoniales.

“Nosotros nos encargamos de plantar los árboles en el espacio público de la ciudad y también le hacemos el mantenimiento al arbolado joven durante aproximadamente tres años para que puedan desarrollarse adecuadamente”.

Historias del verde urbano: Altos del Virrey: un parque que quiere convertirse en el primer bosque urbano de San Cristóbal
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La líder de RENUCE levantó su mano y preguntó sobre la estrategia de bosques urbanos que lidera el Distrito con las comunidades. “Nosotros queremos convertir el parque en un bosque urbano y por eso estamos muy interesados en saber qué debemos hacer”.

La profesional del equipo social le informó que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) decretó la consolidación de 21 bosques urbanos en la ciudad, siete de los cuales ya fueron fortalecidos entre el Distrito y la ciudadanía.

“Sin embargo, la comunidad puede postular los bosques urbanos de sus territorios para que sean consolidados. Además de contar con coberturas vegetales, el principal requisito es que tengan un grupo comunitario que adelante procesos de conservación”.

Luego de conocer el paso a paso para postular el futuro bosque urbano Los Lupinos, el rostro de Laura Gómez se iluminó de felicidad cuando le informaron que este sería el primero de la localidad de San Cristóbal.

“Le vamos a pedir una asesoría al JBB para cumplir este sueño. El mayor proyecto que tiene la fundación es que este hermoso parque sea un bosque urbano y así cocrear con el Distrito nuevos proyectos ambientales”.

Terminadas las charlas educativas, los cerca de 20 ciudadanos se organizaron en grupos para plantar los 22 árboles y arbustos en las partes alta, media y baja del futuro bosque urbano Los Lupinos.

Los operarios fueron los maestros y les enseñaron los pasos de la plantación, como retirar con cuidado la bolsa plástica que contiene el pan de tierra e introducir un tutor de madera que le dará estabilidad al árbol.

Los hermanos Milán Julián, Angie Valentina, Deisy Tatiana y Daniel Esteban fueron los que más se divirtieron durante la actividad. Además de aprender a plantar, se untaron de tierra abonada y jugaron bajo la lluvia.

“Fue una actividad muy bonita donde aprendimos sobre los árboles. Me gusta mucho la naturaleza y por eso seré el mayor guardián del aliso Pepe. Espero que mi mamá no me regañe porque me ensucié hasta el pelo”, apuntó Milán Julián, un niño de ocho años.

La fundación destinará una parte de los recursos que recibió por el proyecto que le presentó a la Secretaría de Hábitat para hacer el cerramiento de los nuevos árboles y arbustos del parque Altos del Virrey.

“Vamos a comprar el material para que estos tesoros verdes no se vean afectados por las mascotas o los balones de los deportistas. Estamos muy comprometidos con el cuidado del arbolado nativo de este futuro bosque urbano”, expresó Laura Gómez.

Según Laura Castellanos, esta actividad contará con la asesoría del Jardín Botánico. “Cuando la fundación tenga todos los materiales, vamos a organizar una jornada para hacer los cerramientos y ubicar mensajes de protección escritos por los niños”.