El reverdecer de uno de los sitios más polucionados de Puente Aranda y Los Mártires

Las orejas de la Carrera 30 con Calle 19, sectores ubicados en estas dos localidades de la ciudad, se pintarán de verde con más de 150 nuevos árboles y arbustos.
Las nuevas coberturas vegetales mitigarán la contaminación del aire, atraerán a los polinizadores y embellecerán el paisaje.
Trabajadores de la Registraduría Distrital y la Registraduría de Cundinamarca ayudaron a plantar los primeros 62 individuos arbóreos. Nueva crónica #BogotáReverdece.
Desde 1990, año en el que fue inaugurada, la Avenida NQS (Norte Quito Sur) se convirtió en uno de los corredores viales más transitados de Bogotá. Sus más de 30 kilómetros atraviesan la ciudad en sentido nororiente y suroccidente.
Esta arteria vehicular, más conocida como Carrera 30, surgió como la unión de la Avenida Novena en el norte, la Avenida Ciudad de Quito en su parte central y la Autopista Sur. Se caracteriza por albergar pocos semáforos en su trayecto.
Es una de las avenidas capitalinas con mayor tráfico vehicular. Durante la mañana, tarde y noche, es transitada por tractomulas, camiones, vehículos particulares y los buses y carros del sistema de transporte público. Ni en las madrugadas luce desolada.
Uno de los sitios más polucionados por las bocanadas de humo de las fuentes móviles es el cruce de la NQS con la Calle 19, un sitio que alberga en sus alrededores sitios icónicos de la ciudad como la Plaza y el Complejo Judicial de Paloquemao.
Las orejas que rodean el puente vehícular se caracterizan por la falta de verde. Son pocos los árboles de gran porte, la mayoría palmas Fénix, que han logrado sobrevivir al paso de los años y los altos índices de material particulado.
Ante la falta de coberturas vegetales en este sector de las localidades de Puente Aranda y Los Mártires, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) dio marcha a un nuevo proyecto de arborización.
“En las orejas de la Carrera 30 con Calle 19, una zona del centro de la ciudad, tenemos proyectado plantar más de 150 árboles y arbustos de diferentes especies”, aseguró Cristian Díaz, ingeniero del grupo de arbolado joven del JBB.
Según Díaz, además de reverdecer un sector que carece de árboles y arbustos, el objetivo de este proyecto es aportar a la mitigación de la contaminación atmosférica y atraer a varios de los polinizadores de la ciudad.
“Varias de las especies que vamos a plantar atraerán a la avifauna y los insectos. Los nuevos árboles y arbustos también van a mejorar el paisaje de esta zona tan transitada y congestionada”.
Primera plantación
El ingeniero del JBB escogió la zona verde de la oreja ubicada al frente del almacén Jumbo para realizar la primera jornada de plantación, un sitio que cuenta con la capacidad para albergar 62 nuevos árboles y arbustos.
Durante toda una semana, más de 10 operarios del JBB se encargaron de hacer el ahoyado, es decir abrir los huecos de un metro cúbico de profundidad donde habitarán los individuos arbóreos.
“Fue un trabajo bastante duro por la gran cantidad de escombros que nuestros operarios tuvieron que sacar para hacer los huecos. El ahoyado es una de las actividades más complejas del proceso de plantación”, dijo Jose Cortés, ingeniero del Jardín Botánico.
El pasado jueves 24 de agosto, en horas de la mañana, la oreja de la Carrera 30 con Calle 19 ya estaba lista para recibir los 62 árboles y arbustos de especies como chicalá rosado, rama negra, eugenia, liquidámbar y caucho Tequendama.
Las manos amigas serían más de 40 trabajadores de la Registraduría Distrital y la Registraduría de Cundinamarca. “Ellos querían participar en nuestras plantaciones y por eso los invitamos a esta jornada en la localidad de Puente Aranda”, afirmó Sandra Laguna, profesional social del JBB.
A las 10:30 de la mañana, los trabajadores de estas entidades llegaron a la zona para aprender a plantar. Antes de untarse de tierra, los profesionales del Jardín Botánico les informaron cuáles son los pasos que se deben seguir para plantar un árbol.
“Los huecos fueron llenados con tierra abonada. Con una pala vamos a retirar este material hasta que el hoyo quede de un tamaño suficiente para albergar el pan de tierra del árbol. Luego vamos a retirar con cuidado la bolsa plástica que contiene las raíces”.
Los futuros plantadores aprendieron que, antes de introducir el árbol en su nuevo hogar, es necesario aplicar un hidroretenedor en el hueco, una sustancia gelatinosa que le brindará humedad.
“Vamos a echar la tierra en el hoyo hasta que la superficie quede totalmente plana; es necesario pisar el sitio para que no quede aire. Por último, introduciremos un tutor de madera y con una cabuya lo vamos a conectar con el tronco del árbol”.
La oreja de este sector del centro de Bogotá reverdeció con las manos de los servidores públicos de ambas entidades, trabajadores que apadrinaron los árboles y arbustos y se comprometieron con su cuidado.
“Con este tipo de actividades buscamos fortalecer la cooperación interadministrativa por el medio ambiente. Nuestros servidores están comprometidos en hacer de Bogotá un distrito más verde”, manifestó Rolando Suárez, responsable de la oficina de planeación de la Registraduría Distrital.
Dos turistas españoles que transitaban por el sector sintieron curiosidad por la actividad y preguntaron si podían participar. “Fue una actividad muy bonita porque aprendimos a plantar y conocimos nuevas personas. Estamos enamorados de Bogotá”.
En las próximas semanas, el JBB reverdecerá las otras orejas de la Carrera 30 con Calle 19, plantaciones que también contarán con la participación de la ciudadanía.